ciclismo
Biscarrués coge fuerza como destino para la BTT
La 3ª KDD Biscarrués-Reino de los Mallos Bike congregó durante el fin de semana a más de sesenta participantes que completaron diferentes actividades y rutas en el entorno de la localidad oscense.
La 3ª KDD Biscarrués-Reino de los Mallos Bike volvió a poner en valor a la localidad oscense como destino para la práctica de la BTT. El Ayuntamiento de Biscarrúes y el Club Ciclista Reino de los Mallos, en colaboración con el área de Deportes de la Comarca de la Hoya de Huesca y Murillo Bike Planet, organizaron entre el sábado y el domingo diversas actividades y rutas que lograron congregar a más de sesenta participantes. La primera jornada estuvo dedicada a los más pequeños, mientras que en la segunda se propusieron dos rutas con diferente nivel de dificultad.
El sábado más de una veintena de niños y niñas de entre cinco y doce años disfrutaron de un circuito de habilidades en la plaza de Biscarrués donde recibieron una clase práctica para mejorar sus habilidades en el manejo de la BTT. A continuación realizaron un bonito recorrido por el camino de la dula y la orilla del río Gállego en el que pudieron disfrutar de muros de piedra seca, un bosque y hasta cangrejos.
El plato fuerte se reservó para el domingo. Fue una mañana intensa en la que los 40 participantes, 20 en cada ruta, descubrieron el territorio que rodea el entorno del río Gállego. El primer tramo se realizó de forma conjunta por el camino de la dula hasta Ardisa, desde donde la ruta corta, de 22 kilómetros, subió hasta el despoblado de la Sierra de Los Blancos. A continuación, por anchas pistas repletas de huellas de animales, el trazado alcanzó el punto más alto de la ruta para iniciar un descenso por un bonito barranco abancalado que llego hasta el Gállego para cruzarlo por el puente de Ardisa.
El grupo de la marcha de 33 kilómetros tras dejar Ardisa inició una subida progresiva de pista hasta la escondida ermita de San Juan de Barto, muy llamativa por sus arcos góticos. A continuación, atravesaron un pinar llegando al pueblo de Sierra Estronad donde se dejaron sorprender por la monumental Carrasca O Tensino y pudieron descubrir su vida en boca de uno de sus cuatro habitantes. Este punto fue el más alto y permitió a los participantes parar para recuperar fuerzas. De ahí se partió en descenso por la pista de la Zapata, pasando por la Piedra Gritadera hasta el Puente de Hierro de Santa Eulalia donde se cruzó el río para volver por el Camino de los Sentidos hasta Erés y Biscarrués.
