montaña
Daniel Osanz, dispuesto a superarse en la mítica Sierre-Zinal
Tras el séptimo puesto del año pasado, el jaqués toma el sábado en Suiza para codearse con la élite en una de las carreras más prestigiosas del calendario internacional.
Hace un año, sin haberla preparado de una forma específica, quedó con un muy buen sabor de boca con el séptimo puesto y una marca de 2h:35, una de las mejores obtenidas nunca por un debutante. Ahora, en la que será una segunda participación que al inicio de la temporada marcó en rojo, parte con la intención de superarse. Daniel Osanz descuenta las horas para tomar la salida a partir de las 11.00 del sábado en la 49ª Sierre-Zinal, la carrera por montaña más veterana de Europa, una de las citas más prestigiosas del calendario en la que participarán un total de 6.100 corredores, entre ellos los mejores del mundo, un selecto grupo capitaneado por Kilian Jornet, que buscará su décima victoria en los Alpes suizos, en el que se encuentra el jaqués.
“Es uno de mis objetivos más importantes este año sino el que más, el tercer puesto en el Europeo me ha dado más motivación y ahora voy a a disfrutar y a darlo todo”, apunta. Para ejemplificar la exigencia de la competición explica que “es una carrera de tanto nivel que hay veinte participantes que pueden ganar y cincuenta que pueden estar entre los veinte primeros”. “Me encuentro entre los del primer grupo así que el objetivo es mejorar lo de 2021”, subraya.
La motivación con la que la afronta hace que sea consciente de que su comportamiento durante el trazado debe ser distinto al de la primera vez. “Entonces hice mi carrera y ahora tendré que estar desde el principio delante y arriesgar un poco más para, si el cuerpo aguanta, situarme lo más cerca posible de Kilian”, anuncia. “El resultado va a depender de muchos factores, pero estaré en la pelea”, asegura.
El recorrido al que se enfrenta enlaza las localidades de Sierre y Zinal situadas en la región de Valais. En él, los participantes pasan cerca de cinco picos de más de 4.000 metros, el Weisshorn, el Zinalrothorn, el Ober Gabelhorn, el Cervi y el Diente Blanche, “dicen que se ven, pero yo el año pasado no pude y éste tampoco creo”, apunta Osanz. Son 31 kilómetros con 2.200 metros de desnivel positivo con pocos tramos técnicos, por lo que resulta muy rápida.
El palmarés del jaqués, que incluye campeonatos del mundo en categorías inferiores, se ha incrementado en los últimos meses, además de con el bronce en el Europeo de subida vertical, al que se sumó otro tercer puesto por equipos, una plata en el Nacional de la misma modalidad y un quinto puesto en el de trail running. Tras destacar en las citas de distancia corta a lo largo de su carrera, en el inicio del curso se centró más en las largas, a las que volverá tras el verano con la Transvulcania en el horizonte. Entre tanto “me he vuelto a sentir competitivo a nivel europeo y mundial”.
Para preparar la Sierre-Zinal, “hice una semana fuerte en Chamonix, luego corrí en Austria una carrera muy rápida que me venía muy bien para preparar la segunda parte de la Sierre-Zinal y las últimas semanas he estado en Jaca, los tiempos están saliendo muy bien y llegó en mi mejor momento del año”, se analiza. Su deseo: “Que todo el trabajo tenga su repercusión en la línea de meta”.
