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Jorge Sánchez: "Queremos que el Stadium sea un club abierto a todos"

El nuevo presidente anuncia los retos de la entidad, que celebrará el próximo año su 75 aniversario.

El exnadador Jorge Sánchez, nuevo presidente del Stadium Casablanca, posa en la piscina del club aragonés.
El exnadador Jorge Sánchez, nuevo presidente del Stadium Casablanca, posa en la piscina del club aragonés.
Francisco Jiménez

Jorge Sánchez pisa el Stadium Casablanca desde que tiene uso de razón. Primero como deportista, después como entrenador y ahora como presidente. El exnadador, que llegó a ser semifinalista olímpico en Atenas 2004, es el nuevo máximo responsable de una instalación que el próximo año cumple 75 años y que cuenta actualmente con 150 trabajadores y más de 10.500 abonados.

¿Cómo le surge la oportunidad de presidir el Stadium Casablanca?

En el Arzobispado de Zaragoza tenían la idea de darle un pequeño cambio al club. Un aire nuevo. Y pensaron en mí, que llevo desde que nací en la entidad. Mis padres suman más de 50 años de socios y yo he venido siempre. Primero como deportista, luego como entrenador de natación y ahora como presidente.

Compaginará el cargo con su labor de docente de Primaria. ¿Le dio muchas vueltas?

Yo siempre voy a querer ayudar al Stadium Casablanca. Es mi casa. He pasado muchas horas y mis mejores momentos de la infancia han sido aquí. Mis amigos son los que tengo desde que empecé a nadar desde los cinco años... Mi cabeza se lo pensó un poco porque tengo dos hijos pequeños, pero mi corazón no dudó ni un segundo.

¿Cómo han sido sus primeros días en el cargo?

Me estoy dedicando en exclusiva a escuchar a todos los departamentos. Cada vez hablamos más y escuchamos menos. Y los trabajadores son las personas que más conocen el club. Quiero entender todos los entresijos para intentar mejorar el día a día.

¿Por dónde quieren comenzar los cambios en la entidad?

La primera cuestión es la digitalización. Todos tenemos un móvil a mano y debemos de dar un paso adelante en la modernización de la tecnología del club. También hay instalaciones que tenemos que mejorar, pequeñas obras que son necesarias para el funcionamiento. Queremos mejorar la eficiencia energética para cuidar el medioambiente y para optimizar económicamente nuestros recursos. Además, queremos que el Stadium Casablanca sea un club abierto a todo el mundo.

El Stadium es un club que acoge a todo tipo de perfiles.

Somos un club de cantera, pero también social. Todo el mundo tiene cabida en nuestras instalaciones, desde el que quiere competir hasta el que busca puro ocio o, incluso, simple compañía. El ambiente que hay en torno al deporte es muy sano y es lo que queremos impulsar y promulgar.

Los valores que transmite el deporte son únicos.

Exacto. A veces vamos tan rápido que nos olvidamos de ciertas cosas básicas. Queremos transmitir la idea de que el Stadium es un lugar para pararse, reposar y reflexionar. Por ejemplo, no olvidar la importancia de un ‘buenos días’.

¿Cuánto ha sufrido la pandemia un club como el Stadium?

Bastante, como todos. Estamos empezando a remontar, pero el problema es que la gente todavía tiene miedo porque el deporte es contacto. Por mucho que se han tomado todas las medidas de seguridad y que no hemos tenido ningún problema, sigue habiendo respeto. También se nos han disparado otros gastos como la luz.

El próximo año, el club cumple su 75 aniversario. ¿Qué tienen previsto para festejarlo?

En febrero se cumplirán 75 años de la fundación canónica. Y el del club sería en mayo del 2023. Pero vamos a fusionarlos para vivir un gran año lleno de actividades y eventos. Queremos que el Stadium sea un orgullo para los socios, para Zaragoza y para Aragón. No es fácil que un club cumpla 75 años dando vitalidad a una ciudad.

¿Sigue nadando con asiduidad?

Estuve durante 13 años sin prácticamente pisar una piscina. La natación es un deporte que requiere muchas horas, la forma se pierde rápido y yo soy un animal competitivo. No sé nadar sin mirar un cronómetro. Hace tres años empecé a correr y volví a nadar, pero de una forma mucho más tranquila. La natación es como la vida: el que se esfuerza y trabaja duro en el día a día, tiene muchas opciones de que le vaya bien. El que no lo hace, puede tener suerte, pero del talento es difícil vivir. La natación me ha enseñado muchos de los valores que hoy tengo.

Fue semifinalista olímpico en Atenas y se quedó fuera de los Juegos de Sídney por nueve centésimas...

Las tengo tatuadas a fuego, pero me hicieron cambiar por completo mi visión del deporte. Me hicieron aprender a disfrutar de nadar y entender que el tiempo es oro. Cada día que me tiraba al agua era para disfrutar, para pasarlo bien. La vida es así: el que gana es que da el 100% el máximo de días posible. Y si no puedes dar el 100%, tienes que dar el 99.

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