Cinco actividades en la nieve alternativas al esquí

Aunque no sean ampliamente conocidas, en la nieve se pueden llevar a cabo multitud de prácticas aparte del principal deporte blanco.

Existen multitud de actividades alternativas al esquí que pueden realizarse sobre la nieve.
Existen multitud de actividades alternativas al esquí que pueden realizarse sobre la nieve.

A pesar de la sequía de nieve en el Pirineo, una de las peores de los últimos inviernos, los esquiadores ya se deslizan por las diferentes pistas dispuestas en las estaciones. Esta actividad, que mueve millones de euros año tras año y es el motor económico de diversas zonas de la Comunidad, congrega cada curso invernal a miles de aficionados.

No obstante, hay personas que tienen reparos en llevar a cabo esta práctica, o porque le tienen miedo o porque no se les da bien. Sin embargo, y aunque no sean ampliamente conocidas, en la nieve se pueden practicar otras muchas actividades. Si esquiar no es lo tuyo, bajo estas líneas puedes encontrar cinco alternativas igualmente interesantes que pueden realizarse sobre esta superficie.

Raquetas: es una de las actividades invernales que más ha crecido en los últimos años. Consiste en acoplar unos utensilios (que se cree que ya se utilizaban en la prehistoria) a las botas para hacer senderismo por la nieve. La mayoría de las estaciones de esquí españolas ofrecen esta actividad y cuentan con servicio de alquiler y guías especializados en este deporte que facilita, como pocos, el contacto con la naturaleza. 'Tubbing': en algunos centros invernales existen una serie de cámaras neumáticas en las que los usuarios pueden introducirse, agarrarse a los bordes y dejar que la inercia, el deslizamiento y las leyes de la física les lleven a donde quieran, aunque dentro de unos límites, bien girando sobre uno mismo, dando bandazos de un lado a otro o trazando una recta perfecta. Y todo ello, sin posibilidad de controlar ni la dirección ni la velocidad. Trineos: deslizarse por la nieve a lomos de un trineo es seguramente una de las primeras cosas que se le ocurrió al hombre en zonas frías como forma de desplazamiento o de arrastre de carga. Un objetivo que con el paso del tiempo fue tendiendo hacia la mera diversión. Esta actividad, que puede practicarse en diversos puntos de la Comunidad, es una de las más populares dentro y fuera de las estaciones porque es barata, requiere poca infraestructura y casi ningún mantenimiento. Motonieve: aunque para numerosas personas el ruido de motor y la naturaleza sean dos cosas incompatibles, las motos de nieve se han convertido en elementos imprescindibles en los centros invernales como herramienta de trabajo para los empleados y también como objeto de diversión fuera de las pistas. Quienes las emplean, valoran positivamente la posibilidad de acceder a zonas a las que de otro modo no podrían llegar, así como la sensación de libertad que proporcionan y la emoción que produce deslizarse con velocidad por enormes extensiones blancas. 'Snowbike': hay varias clases de unas bicicletas que en vez de ruedas tienen patines y que se conocen como bicicletas de nieve, las cuales sirven para descender de una forma muy original por esta superficie. En las más conocidas, que cuentan con dos patines, el piloto debe llevar otros dos cortos en los pies y han de conducirse con un manillar igual que las de ruedas. En la actualidad, están más extendidas las que llevan dos o tres patines, en las cuales el corredor conduce con los pies en un reposapiés situado en el cuadro.

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