Delgado recibe el homenaje de 2.500 ciclistas encabezados por Miguel Induráin

El objetivo de la marcha era celebrar el 30 aniversario de su victoria en el Tour de Francia.

Cerca de 2.500 ciclistas han participado en la XXV Marcha 'Pedro Delgado', para celebrar el 30º aniversario de su victoria en el Tour de Francia, con la presencia de quienes formaban parte del equipo Reynolds, como Miguel Induráin, Ángel Arroyo, o Jesús Rodríguez Magro, entre otros.

Emocionado, Delgado ha contado también en la salida con Julián Gorospe, Herminio Díaz Zabala, Omar Hernández y Javier Lukin, así como otros exprofesionales, entre los que se encontraba Dori Ruano, que ganó dos medallas en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista, oro en 1998 y plata en 1997.

Algunos se mantienen vinculados al ciclismo, como Delgado, comentarista de televisión; Induráin, que participa en eventos, o Rodríguez Magro, con una tienda de bicicletas, pero otros lo han abandonado, como el colombiano Omar Hernández, pastor cristiano, o Ángel Arroyo, que regenta un negocio de lavado de coches.

El único ausente de quien arropó a Delgado para entrar de amarillo en los Campos Elíseos, ha sido el francés Dominique Arnaud, profesional entre 1980 y 1991, cuyos mayores éxitos deportivos los logró en la Vuelta a España, fallecido, en 2016, con 60 años, víctima de un cáncer, para quien ha habido un recuerdo.

Poco después de recibir un obsequio de Armando Martín, presidente del Club 53 x 13, uno de los que colaboran en la organización de la marcha, Pedro Delgado ha confesado a los periodistas que este momento le hacía especial ilusión, principalmente por poder contar con sus compañeros lo que provoca, a su juicio, "que se remuevan recuerdos olvidados de lo que vivimos en ese Tour".

Delgado ha señalado en tono jocoso que "siempre es un placer ganar y sobre todo cuando es la mejor carrera del mundo, como el Tour, que el placer es doble", mientras ha señalado como el mejor recuerdo "cuando llegas de amarillo a París, por fin, que se hizo realidad en 1988 el sueño de 1983".

Para el exciclista, "al cabo de tres semanas de duro andar por Francia, fatiga, pájaras, alegría también, llegar a París es una sensación de relax; entrando en los Campos Elíseos con todo el equipo en formación, el himno nacional es una sensación muy personal e íntima, casi inexplicable", ha matizado.

Pasados treinta años de aquel feliz episodio, su protagonista se muestra convencido de que "el ser humano debe tener capacidad para superar los momentos malos y quedarse con los mejores recuerdos, principalmente la alegría de lograr los objetivos, que parece que iba a ser imposible".

Acerca de sus compañeros, Delgado ha considerado como una "inmensa alegría" poder volver a verlos y conocer aspectos de su vida actual: "Cada uno ha tomado diferentes caminos, en mi caso seguir ligado al ciclismo y los medios de comunicación, me permite estar como activo, también Miguel Induráin, pero otros ni siquiera tocan la bici".

De la marcha en la que figura al frente de la organización, el exciclista ha asegurado que el éxito de convocatoria se debe a su "atractivo recorrido por la sierra, duro y exigente, aparte de que siempre trato de edulcorarlo con un recuerdo histórico del ciclismo,que llama a aficionados a robar algunas fotos a quienes han sido campeones para muchos de ellos en su infancia".

Miguel Induráin, ganador de cinco Tour de Francia, ha recordado a Pedro Delgado como compañero y como rival, compartiendo juntos muchos momentos, aunque el recuerda con más emoción fue la llegada a París del año que ganó el segoviano.

Aunque ha reconocido que "treinta años van borrando un poco los recuerdos", Induráin ha añadido que "cuando nos juntamos comienzas a hablar y van saliendo las anécdotas y los momentos que pasamos, los buenos y los malos".

Preguntado si Delgado le dio el relevo para luego proclamarse pentacampeón del Tour, ha afirmado que "fue un cambio de generación, luego hay que pelarlo, nadie te regala nada, aunque aprendimos un poco a como entrenarlo y correrlo y es verdad que nos abrió un poco el camino".

Induráin ha recordado que "antes habían hecho cosas Bahamontes, Ocaña, Arroyo llevaba unos cuantos años, Gorospe o Laguía, al final Pedro remató un poco el trabajo que llevaban labrando y nos abrió el camino a los que hemos venido detrás".

La marcha, que celebra su vigésimo quinto aniversario, ha partido a las ocho de la mañana junto al Acueducto, acompañada por un grupo de globos aerostáticos en el cielo, para cubrir 163 kilómetros, con cuatro puertos de montaña: Navacerrada, Morcuera, Canencia y Navafría.

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