Doblete histórico para la gimnasia rítmica altoaragonesa el conseguido este fin de semana en la final de la Copa España de Estética, disputada en la localidad barcelonesa de Sant Cugat del Vallés. El equipo infantil 10–12 mixto del Club Rítmica 2000 de Barbastro se ha proclamado campeón de España con el montaje ‘México’, al conseguir una puntuación de 13.950, mientras que el Club 90 de Huesca femenino ha conseguido el subcampeonato con un montaje sobre Francia. Ambos conjuntos participarán en la Copa del Mundo que se disputará en octubre en las inmediaciones de París.

Los dos equipos están entrenados por la oscense Cristina Perea, que este domingo de regreso a casa se ha mostrado “cansada pero satisfecha por que se haya valorado todo el trabajo de una temporada que ha sido muy larga. Ahora toca cumplir el sueño de todas las gimnastas con las que entrenamos”.

Meritorio ha sido el papel de las chicas y chicos de Barbastro que ganaron este domingo en la tercera y última jornada de la Copa de España en categoría mixta. Su gran puntuación, sumada a la de la anterior jornada les valió el título de campeones sin haber disputado la primera competición.

Mientras que en la categoría general fueron subcampeones, por detrás de Estética Barcelona.

Tras conseguir el pase para la Copa del Mundo ahora llega la actuación más complicada, conseguir fondos para sufragar el viaje de ambas delegaciones. Para ello buscarán recabar apoyos económica de instituciones y empresas con la finalidad de visibilizar un deporte minoritario pero que ha dado grandes alegrías a la provincia.

El Club 90 de Huesca ya disputó el año pasado la Copa del Mundo en Finlandia. El Club 2000 de Barbastro también participó en Finlandia hace tres años.

La gimnasia estética es la disciplina de la rítmica que se realiza sin aparatos. Se compara con la natación sincronizada, pero fuera del agua, donde las gimnastas deben de llevar una perfecta sincronización durante todo su actuación en la cual se cuenta una historia. En el caso del Club Rítmica 2000 la historia puesta en escena sobre el tartán era un homenaje a México a través de sus bailes populares, su folclore, su comida, sus vestimentas.