Jornada de despedidas

El Tecnyconta Zaragoza encara hoy, ante el Fuenlabrada, el último partido de la temporada en el pabellón Príncipe Felipe. Lo hará con la salvación ya asegurada.

Los jugadores del Tecnyconta Zaragoza, en el pabellón Príncipe Felipe.
Los jugadores del Tecnyconta Zaragoza, en el pabellón Príncipe Felipe.
Guillermo Mestre

El Tecnyconta cierra el curso regular en casa, en el penúltimo partido de la temporada, ante un Fuenlabrada que se presenta a la cita en clara línea descendente (12.30, Movistar+). Los madrileños acumulan nueve partidos consecutivos sin ganar, tras haber doblado la rodilla contra el Baskonia (95-63), el Real Betis (91-94), el Burgos (69-79), el UCAM Murcia (82-62), el Real Madrid (75-90), el Iberostar Tenerife (83-75), el FCBarcelona (75-93), el Valencia Basket (61-76) y el Joventut de Badalona (95-87) en sus compromisos más recientes. Una negativa trayectoria que les ha apartado, irremediablemente, de las posiciones de ‘play off’ y que ha abierto un intenso debate sobre la verdadera solvencia de su plantilla, cuyos jugadores han rebajado drásticamente sus prestaciones en la segunda vuelta de la competición.

Y eso que el cuadro de Néstor García emitió señales muy positivas en el tramo inicial de la temporada. De hecho, alcanzó el ecuador del torneo en la cuarta posición, con un balance de 11 victorias en las primeras 17 jornadas, tras haber firmado el mejor comienzo de su historia en la Liga ACB. Una trayectoria exitosa, muy por encima de las expectativas generadas, que le reportó un premio mayúsculo: su participación en la Copa del Rey, un derecho al alcance de los ocho primeros clasificados al término de la primera vuelta.

Sin embargo, su rendimiento se ha desplomado desde entonces, de manera sorprendente, y en la actualidad es un bloque con importantes dudas en los dos lados de la pista. En sus últimas actuaciones, el Fuenlabrada ha sido un bloque vacilante y quebradizo, muy permisivo atrás, con importantes desatenciones en el juego y sin apenas capacidad de reacción. Eso sí, la escuadra madrileña sigue contando con amenazas muy fiables en su plantilla, sobre todo en la línea exterior. Su principal referencia ofensiva es Marko Popovic, un jugador especialmente incisivo en el tiro a larga distiancia (14,6 puntos por encuentros)y que ofrece, además, muy buenas lecturas de juego (5 asistencias de media por partido). También Eyenga (12,1), Cruz (11,9) y Smits (11,1) superan los dobles dígitos en anotación. Se trata de un equipo atípico y versátil, con una gran riqueza táctica, aunque especialmente improductivo, al mismo tiempo, en sus acciones de ataque: ha anotado 2.449 puntos en los 32 partidos disputados, lo que se traduce en una media de 76,53 tantos por duelo. Únicamente el Bilbao Basket, equipo ya descendido a la Liga LEB, presenta peores guarismos ofensivos que los madrileños (76,03).

Todo un alivio para el Tecnyconta, un cuadro que no se distingue, precisamente, por su tenacidad y constancia en las labores de contención. Al contrario, el cuadro aragonés viene encajando 87,44 puntos por encuentro, un diáfano indicador de su escaso desempeño defensivo. La debilidad de los zaragozanos atrás, sus continuas desatenciones, su repetidos desequilibrios, su indolente actitud, su manifiesta inseguridad, le dejaron expuesto durante gran parte de la temporada. De hecho, el cuadro aragonés ha estado marcado por los rigores de la clasificación durante la mayor parte del curso. Un escenario alarmante, imprevisto en el inicio de la competición, que aumentaba el desasosiego y la desconfianza de los propios jugadores.

Pese a todo, el Tecnyconta se sobrepuso con una entereza admirable, y completó el pasado fin de semana una de sus mejores actuaciones del presente ejercicio: derribó todos los pronósticos en Málaga, ante el Unicaja, con una victoria de rango mayor (82-83). El triunfo, además, conllevó la salvación matemática de los zaragozanos en la máxima competición nacional, a falta de dos jornadas para que finalice el torneo. El cuadro aragonés por fin respira tranquilo. Yase ha despojado del nerviosismo, las dudas y la ansiedad. Hoy, por ello, es un partido para disfrutar, y una jornada también para las despedidas: Gary Neal, el mejor jugador de la historia del club, podría actuar por última vez en el pabellón Príncipe Felipe. El escolta, con unos registros de ensueño, ha tenido un importancia capital en la salvación; y la afición le rendirá un homenaje tan emocionante como merecido.

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