Javier Camacho: "Estoy muy feliz por haber cumplido el sueño de coronar el Everest sin oxígeno"
El montañero zaragozano contacta con HERALDO a 6.484 metros de altura e informa de que espera alcanzar mañana el campo base, en un descenso "lento, poco a poco".
«Estoy muy feliz por haber cumplido mi sueño de haber coronado el Everest sin la ayuda de oxígeno». Con estas palabras pronunciadas con la voz entrecortada a 6.484 metros de altura, en pleno descenso de la montaña más alta del planeta, ha valorado a HERALDO el zaragozano Javier Camacho el éxito de haberse convertido en el primer aragonés en hollar la cima del mundo sin ayuda externa.
«Estoy haciendo un descenso lento, poco a poco, sin prisa. Espero llegar mañana al campo base», informó escuetamente vía telefónica instalado en el campo 2, con evidentes signos de cansancio pero con una alegría desbordante por la conquista.
El alpinista, nacido en Zaragoza en 1971, alcanzó su objetivo con antelación a sus planes iniciales, en los que estimaba unos 51 días de duración. Y es que apenas ha pasado un mes desde que partió el pasado 14 de abril desde la estación de Delicias con destino a Madrid para tomar posteriormente un vuelo hasta Katmandú. En la ascensión ha superado las duras ventiscas y, sobre todo, una faringitis que le ha martilleado.
De esta forma, Camacho ha convertido en realidad un desafío que se había marcado desde adolescente y que llegó a creer imposible. «Es un reto personal y económico. Nunca pensé aspirar al Everest porque cuesta unos 30.000 euros. Pero la compañía de fotografía Olympus se ha volcado y ha hecho posible mi sueño. Incluso puedo permitirme por primera vez contar con un sherpa desde el principio. Es un lujo que marca la diferencia para montar los campos en altura y para portear el material», confesó a este periódico en la vigilia de la partida.
