El Club Voleibol Teruel mantiene su velocidad de crucero en la Superliga. Un ritmo alto y una nueva victoria, clara y contundente, este sábado ante el Textil Santanderina, que le permitió acostarse como líder del campeonato. El conjunto que gestiona Miguel Rivera recuperó sensaciones y firmó un encuentro serio en todas las facetas de juego, pero especialmente en el saque, donde más le dolió a su rival, para resolver el duelo con un claro 0-3. El conjunto cántabro, que dirige un buen amigo de la hinchada turolense, José Ignacio Marcos, no pudo aprovecharse del apoyo de la fiel afición de Cabezón de la Sal, que volvió a llenar el pabellón, y se vio superado por el potencial ofensivo del CV Teruel, que se mostró especialmente concienciado en cerrar el encuentro a la máxima velocidad posible, con dos primeros sets en los que se mostró intratable.

Con gran velocidad, los jugadores de Miguel Rivera lograron distanciarse en el marcador, cercenando desde el saque cualquier atisbo de ilusión local por sorprender a un rival histórico, que el año anterior sufrió en su visita al Voley Textil. El vendaval turolense se desencadenó de la mano de Augusto Colito, que con el servicio encadenó una racha espectacular que puso en jaque a la recepción local, que solo pudo dar réplica cuando la desventaja era de diez puntos, renta que no dejó escapar el CV Teruel para apuntarse por un claro 15-25 el primer parcial.

El segundo fue aún más claro porque de inicio se distanciaron los aragoneses, con recital del colocador mexicano Pedro Rangel en la distribución y, de nuevo, con una gran racha de saque, en este caso protagonizada por Balsa Radunovic, el espigado receptor montenegrino que permitió al CV Teruel pasar del 2-2 al 2-9 y poner una renta ya insalvable para los locales.

En el tercer parcial se equilibró el juego, con más imprecisiones por parte de la escuadra turolense, en fundamentos en los que brilló en los dos primeros sets: saque y ataque. Aunque el CV Teruel consiguió rentas de dos puntos, el Textil Santanderina, más entonado, no cejó en su empeño y mantuvo la igualdad tras el ecuador. Sin embargo, la escuadra de Rivera decidió dar el golpe sobre la mesa y logró poner el 17-20 en una acción protestada por los locales, que ya no pudieron reaccionar a la mayor pegada turolense.

Miguel Rivera reconoció, al final del partido, que su equipo había hecho un partido "muy serio". "Hemos sacado muy bien y en los dos primeros parciales hemos marcado la diferencia, jugando cómodo. El equipo va creciendo poco a poco y estamos en una línea muy positiva, manteniendo la regularidad. Estoy muy satisfecho con el trabajo de los jugadores", resaltó.