El futuro del ajedrez mundial es aragonés

A sus doce años, el zaragozano Pedro Ginés y la oscense María Eizaguerri son dos de los mejores ajedrecistas del mundo en su categoría y protagonizan una rivalidad que traspasa fronteras y les ayuda a crecer en su juego.

María Eizaguerri y Pedro Ginés, este viernes en un campeonato en Huesca.
María Eizaguerri y Pedro Ginés, este viernes en un campeonato en Huesca.
Heraldo.es

En unos días en los que el ajedrez ha regresado al primer plano tras la victoria del noruego Magnus Carlsen sobre el ruso Sergey Karjakin en el mundial que se disputó en Nueva York, dos jóvenes aragoneses de apenas 12 años están despuntando de forma sobresaliente sobre el tablero: Pedro Antonio Ginés y María Eizaguerri. El zaragozano y la oscense protagonizan desde hace años una rivalidad deportiva que nació en Aragón, se desarrolló en España y ya ha alcanzado cotas globales. Desde los 9 años, Pedro está entre los diez mejores del mundo en su categoría y a María solo le supera en el ranking una chica de Azerbaiyán que cuenta con el apoyo y la infraestructura de la todopoderosa federación rusa.


"María y Pedro son dos chicos muy excepcionales. Son rivales habituales, pero a la vez son muy amigos y la competencia les hace crecer. La rivalidad se mantiene solo sobre el tablero. Fuera de él se llevan genial", explica el también ajedrecista Pedro Ginés, padre de Pedro. Lo confirma la propia María con una naturalidad impropia de una chica que cumplió 12 años a mediados de octubre: "Me llevo muy bien con Pedro. Cuando terminamos las partidas hablamos mucho. Unas veces de ajedrez y otras de nuestras cosas".


"Se tienen mucho respeto. Si María y Pedro estuvieran en dos comunidades diferentes serían dos cracks absolutos sin rival. Pero aquí, al ser los dos de Aragón, tienen una competencia que les ayuda a crecer y mejorar", subraya Elena Floris, la madre de María. "Es una circunstancia que desde fuera puede parecer difícil de entender, pero la realidad es que siendo ambos de Aragón son dos de los mejores jugadores de España y del mundo en su categoría", completa el padre de Pedro. "Son figuras a nivel mundial", asegura Enrique González, director del Club de ajedrez Ibercaja, el equipo al que ambos pertenecen. "Es un privilegio para nosotros, es como tener a dos Rafa Nadal dentro del mismo club", añade de forma muy gráfica.


El último hito que lograron estos dos prodigios del tablero fue el fin de semana pasado, cuando Pedro Ginés se convirtió en el jugador más precoz en lograr el máximo título provincial. Con solo 12 años se adjudicó un campeonato en el que participaron jugadores aragoneses de todas las edades y la mayoría, lógicamente, más mayores que él. Su amiga María fue sexta, la mujer con una puntuación más elevada.


Pedro Ginés superó, sin perder ni una sola partida, el registro del alcañizano y Maestro Internacional Joaquín Antolí, que conquistó este mismo título en 2001 con 13 años y seis meses, y después al único Gran Maestro Internacional de Zaragoza, Daniel Forcén, que se alzó con este título en 2007 con 13 años y cinco meses. Pese a su cortísima edad, Ginés ya tiene dos campeonatos nacionales en categoría sub-10, así como una medalla de plata y tres de bronce en categorías menores de 12 años. Ha participado también en el Mundial y el Europeo de su categoría con notables resultados. Todo ello bajo la tutela del profesor Jorge Barón, especializado en gestionar jóvenes talentos como Pedro, María o en su momento Daniel Forcén.


Sus inicios en el tablero fueron como los de otros tantos niños: con seis años se apuntó a ajedrez como actividad extraescolar en el colegio. "A los ocho comenzó a disputar torneos y el primero que jugó, lo ganó", recuerda su padre. "Desde entonces, la Federación Española puso sus ojos en él y lo siguió desde muy pequeño", agrega. Pedro, a sus 12 años, lo tiene muy claro: "De mayor quiero dedicarme a jugar al ajedrez".


Y, ¿cuánto entrena? "Va al instituto todos los días y dos tardes tiene dos horas de entrenamiento por 'Skype' con un entrenador que le ha puesto la Federación Española. El resto de días, dependiendo de las obligaciones escolares, hace más o menos entrenamientos", comenta el padre sobre su hijo, que tuvo que dejar el fútbol (jugaba en el Santa Isabel) para dedicarse al ajedrez.


A María fue un vecino del pueblo el que le enseñó, con cuatro años, a mover los alfiles, las torres y los caballos. "Empezó por casualidad porque nadie en la familia jugaba. Desde el principio se vio que tenía una facilidad especial para comprender el juego", rememora su madre Elena. Fue su padre (Antonio es matemático), el que se compró un libro de ajedrez para niños y le ayudó a desarrollar su juego. "Más tarde se apuntó como actividad extraescolar en el colegio pero ganaba a todos y se aburría", explica.


Desde entonces, María ha sido campeona de España sub-10 en 2013 y 2014, siendo una de las referentes en todas las categorías inferiores del país. De hecho, es la ajedrecista nacional más joven en convertirse en Maestra Femenina. Lo logró el pasado octubre con 11 años. Ese mismo mes fue invitada a Salou a disputar una sesión de partidas simultáneas de la que se marchó, después de tres horas y media ininterrumpidas, con 25 victorias, cuatro tablas y solo dos derrotas.


Pese a todos estos éxitos, la familia de la jugadora oscense demanda más ayudas y sitúa en perspectiva los éxitos de Pedro y María. "Cuando sales y ves los planes que siguen en otros países te entra mucha tristeza. Les liberan de tareas académicas que no son imprescindibles y sí secundarias. En el sistema educativo español falta mucha comprensión", lamenta Elena Floris. Es la reivindicación de la madre de María, que vive con Pedro una rivalidad deportiva que traspasa las fronteras aragonesas y les sitúa en la rampa de salida directa hacia el éxito en el ajedrez mundial.

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