Viejos conocidos en San Sebastián

La visita del CAI Zaragoza al Gipuzkoa Basket del próximo domingo se perfila un encuentro espinoso, con múltiples aristas que considerar por parte de ambos contendientes. Los zaragozanos necesitan vencer al colista para poner tierra de por medio con el descenso, a tan solo dos victorias de distancia, mientras que el conjunto donostiarra se aferra a sus escasas opciones de permanencia, que pasan por derrotar a la escuadra aragonesa ante su afición. En medio del huracán por el que atraviesan los hombres de Porfi Fisac, dos nombres comandan el navío local en su travesía por lograr la salvación: Pedro Llompart y Marcus Landry, dos jugadores que defendieron la camiseta del CAI durante la pasada temporada.

El liderazgo que Llompart ejerce en el Gipuzkoa Basket es incuestionable. El base balear, de 34 años y 1,87 metros de estatura, aterrizó en San Sebastián en verano, procedente de Zaragoza, donde firmó tres temporadas con un rendimiento intachable, al que solamente una lumbalgia y diferentes problemas musculares pusieron freno el curso 2014/2015. En la actual campaña, el mallorquín goza de una confianza total por parte de su entrenador. Disputa alrededor de 27 minutos cada jornada, siendo el miembro del equipo con mayor presencia sobre la pista; igualmente, sus prestaciones ofensivas han justificado el fichaje por dos años que realizó la entidad vasca: 6,6 puntos y 5 asistencias de promedio.

Las opciones de victoria para el Gipuzkoa Basket dependerán del rendimiento que ofrezca Marcus Landry, quien se ha convertido, durante las últimas jornadas, en el alma de los donostiarras. El alero americano llegó a orillas del Cantábrico en el mes de diciembre procedente de una infructuosa aventura en la NBA con los Milwaukee Bucks. Su objetivo era reforzar la plantilla dirigida por Fisac, y, en líneas generales, su producción ofensiva ha cumplido con las expectativas: 13 puntos y 4 rebotes de promedio, con unos buenos porcentajes de tiro de campo (52%) y triple (40%).

En el último mes sus guarismos de cara al aro han crecido hasta los 20 tantos por encuentro, destacando los 25 y 27 que rubricó ante el Barça y el Valencia Basket, respectivamente, o los cruciales 11 que valieron un agónico triunfo local ante el Morabanc Andorra. Landry es el máximo encestador de su equipo y el mejor valorado, una garantía en medio de un grupo con múltiples carencias. Si finalmente el Gipuzkoa Basket consigue sellar la permanencia en la ACB, el exjugador del CAI Zaragoza habrá sido, muy probablemente, uno de los principales artífices de la gesta.

Llompart y Landry, los dos viejos conocidos con quienes el CAI Zaragoza se encontrará en el San Sebastián Arena, son dos resquicios de luz en medio de un bloque inestable, con escaso tesón y una baja competitividad. Factores que le han hecho doblar la rodilla por amplísimas diferencias en muchas de sus derrotas –sin ir más lejos, cayó ante el Valencia el pasado domingo por 79-121– y no obtener su primer triunfo hasta la undécima jornada de liga. Cuatro meses después, solo suma cinco.Una pista de ingrato recuerdo

Al margen del complicado momento por el que atraviesa el Gipuzkoa Basket, San Sebastián es una ciudad de la que el CAI Zaragoza no alberga buenos recuerdos. La ha visitado en seis ocasiones desde que el actual club milita en la categoría de élite, pero solo ha sacado un triunfo de todas ellas, el que cosechó en enero de 2015, cuando se impuso por 61-76.

Este desalentador balance contrasta con la estadística adversa del equipo donostiarra, que ha sido incapaz de hacer un fortín de su feudo, el San Sebastián Arena, donde han obtenido el triunfo 11 de los 14 conjuntos que lo han pisado en esta temporada. El calendario que resta al conjunto de Fisac es de máxima exigencia: visitan al Laboral Kutxa y al Joventut, ambos sumidos en la lucha por escalar posiciones de ‘play off’, y al Manresa, también en la de evitar el descenso. Además de los aragoneses, tendrán un compromiso como locales con el peligroso Unicaja, previo a cerrar el curso contra el Estudiantes ante su afición. Este partido podría suponer su última baza por certificar la permanencia. De momento, el club ya ha hecho un llamamiento a sus seguidores para que abarroten el pabellón local y apoyen a su equipo ante el CAI Zaragoza, calificado como "una final", la primera de seis por continuar entre los mejores.