El Cinca se tiñe de color

Kiko Vega gana el XVII Descenso Internacional que batió el récord histórico de participantes, con 735 palistas

Algunos de los participantes en el evento.
El Cinca se tiñe de color
Patricia Puértolas

Sonó la bocina y una auténtica avenida de piraguas conquistó las aguas del río Cinca. Parejas, grupos de amigos, jóvenes promesas, políticos de todos los colores y por supuesto, profesionales de primer nivel se unieron ayer al XVII Descenso Internacional del Cinca. 


Nadie quiso perderse una edición histórica. Antes de arrancar, la prueba, que se desarrolló entre las localidades de Fraga, Torrente de Cinca y Mequinenza, ya había batido el récord de participación con 735 palistas. Debido a las últimas lluvias en el Pirineo, el río llevaba un caudal superior al habitual lo que hizo que el descenso fuera mas exigente que las ediciones anteriores pero, según los participantes, mas divertido. A ello, se unió el estreno de su rango internacional, que llegó acompañado de inscritos franceses y argentinos. Y, por si fuera poco, apareció un piragüista capaz de marcar dos nuevos hitos: ser el primero en ganar la competición en un K-1 y encima, hacerlo batiendo el récord establecido con un tiempo de 1 hora, 13 minutos y 1 segundo. El autor de semejante proeza, que recorrió en solitario los 19 kilómetros del circuito, fue el asturiano Kiko Vega, quien ya había vencido en el año 2008. 


El representante de la Sociedad Cultural y Deportiva de Ribadesella –segundo clasificado en el Descenso Internacional del Sella y componente del equipo Nacional de kayak de mar que representará a España en el próximo Mundial– admitió haber llegado con sed de victoria e, incluso, pidió disculpas a las parejas de la modalidad K-2. Del conjunto, la formada por Óscar Bueno y Vicente Tortajada, del AD Scooter Club Algemesí, fue la única capaz de plantar cara al asturiano e, incluso, disputarle la victoria en un apretado final. Para Vega, las condiciones fueron las perfectas, especialmente "el buen caudal y la turbidez del agua, lo que implica una mayor dificultad técnica y favorece mis aptitudes", explicó el deportista.


En categoría femenina, el K-2 de Maddi Expósito y Joana Bulman, de la Sociedad Deportiva Santiagotarrak, fue la primera embarcación en cruzar la meta con un tiempo de una hora y 38 minutos.


Además, el bautizo internacional de la prueba trajo otros nombres propios. De hecho, la francesa Natasha Kimberley, del equipo Marsac, fue la primera mujer en categoría RR y tras la experiencia vivida, se mostró muy contenta ante las condiciones encontradas e, incluso, "con ganas de repetir y atraer a nuevos compañeros". La piragüista francesa se impuso a la internacional fragatina Julia Cuchi, quien se mostró "encantada de volver a remar en casa".

En total, la modalidad de competición sumó 170 palistas de toda la geografía española e, incluso, del extranjero y, junto a ellos, sin tanta prisa, estuvieron los 520 inscritos en la prueba popular, que cubrieron idéntico recorrido.