Un momento de alegría y responsabilidad
Siempre que llegan estos días en los que, en torno al 20 de septiembre, HERALDO DE ARAGÓN celebra su fiesta, siento de una manera muy especial la responsabilidad que supone estar al frente, como presidenta de la empresa, del principal medio de comunicación de Aragón. Es, naturalmente, un momento de alegría, como debe serlo siempre un cumpleaños. Una alegría de la que me gustaría hacer partícipes a nuestros lectores, a nuestros suscriptores, en papel y en digital, a nuestros anunciantes y socios, y a la que se suma, por supuesto, el extraordinario equipo de profesionales del diario. Pero junto a la satisfacción con la que conmemoramos el aniversario de la fundación de HERALDO es inevitable sentir la fuerza del compromiso que tenemos contraído con la sociedad aragonesa. Porque, como suelo repetir, nuestra razón de ser no es otra que el servicio a Aragón y a los aragoneses. Con esa idea nacimos y a ella nos hemos entregado sucesivas generaciones desde hace ya ciento veintiocho años.
En 2023, esta fecha llega cuando, después de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, Aragón está iniciando una nueva etapa política. El presidente Jorge Azcón acaba de estrenar, hace pocas semanas, su Gobierno, cuya gestión marcará en buena medida el devenir de la Comunidad durante los próximos cuatro años. Hay que desearle suerte y acierto. Y cabe esperar que hará del diálogo político y social una de sus herramientas fundamentales a la hora de abordar los problemas y diseñar propuestas. Aragón ha sabido preservar, al menos en un cierto grado, su entramado político de los bruscos enfrentamientos que han sacudido la política nacional. Ese es un valor a cultivar. No es que aquí no se deje notar la polarización ideológica que afecta a la política española (y también a la europea e internacional), pero en esta tierra tenemos a gala la tradición del pacto y el entendimiento entre posiciones e intereses distintos y, cuando nos tomamos en serio esa divisa, arraigada en nuestra historia, y la aplicamos, las cosas van mejor para todos y somos capaces de alcanzar grandes logros.
En el ámbito nacional, las elecciones generales del 23 de julio han dejado un panorama de incertidumbre y preocupación. HERALDO, que tiene entre los principios esenciales de su línea editorial la defensa de la Constitución como el gran marco de convivencia, de libertad y de progreso que nos hemos dado los españoles, no puede ver sino con inquietud la considerable influencia que algunos partidos contrarios a la unidad nacional han alcanzado. Así como el peso que las ideas extremistas o populistas pueden tener en la tarea de gobernar España. Hay en todo caso que aceptar las decisiones expresadas democráticamente en las urnas por la ciudadanía, y la misión de las fuerzas políticas con mayor responsabilidad, y de sus líderes, debería ser hacer la lectura adecuada de la situación para intentar dar a nuestro país un gobierno estable y que trabaje pensando en el bien común.
Después de casi cuatro años caracterizados por acontecimientos adversos de alcance internacional, principalmente la pandemia de la covid y la invasión de Ucrania, que inevitablemente han afectado también negativamente a la vida cotidiana de los aragoneses, todos anhelamos recuperar una normalidad que parece que se ha vuelto esquiva. Pero es el momento de pensar en el futuro y de trabajar por él, codo con codo. Tenemos muchos desafíos por delante que, aunque suene a tópico, encierran también, si sabemos afrontarlos, ocasiones para mejorar la fábrica de nuestra sociedad y de nuestra economía. Hay que atraer inversiones para reforzar una economía que tiene buenos fundamentos y que ha resistido los embates de estos años, pero que necesita modernizarse, absorber y potenciar las nuevas tecnologías, ampliar su base industrial y defender su tejido empresarial. Hay que enfocar con acierto las transformaciones que requiere la transición ecológica, aprovechando el potencial energético de nuestra región. Tenemos que proteger de manera eficaz a los vulnerables, incluyendo a las mujeres que sufren violencia, recuperar la capacidad asistencial del sistema sanitario, avanzar en la igualdad efectiva y la integración de la mujer en todas las esferas. Tenemos que invertir más en investigación, que es la base del progreso y del bienestar, dando cauce adecuado al talento de nuestros científicos. Como hay que impulsar la cultura, fomentando la creación en una tierra que ha dado grandes artistas y cuyos escritores triunfan hoy más allá de sus límites. Y protegiendo, restaurando y difundiendo el magnífico patrimonio histórico que nos han legado los siglos.
Hay mucho que hacer, en fin, y en esa tarea de construir un futuro mejor, HERALDO estará siempre involucrado con la sociedad aragonesa, sirviéndole de enlace y de altavoz, cumpliendo de manera rigurosa con su tarea de informar, de contar lo que está pasando cada día y a cada instante. Y con la no menos importante de promover el debate tranquilo de ideas y proyectos, el contraste de opiniones y pareceres, que es el camino por el que el pluralismo de una sociedad nos enriquece a todos y se convierte en fermento de acuerdos y decisiones. Insisto, llevamos ciento veintiocho años haciéndolo.
Y el aniversario de HERALDO se celebra este año cuando los zaragozanos, los aragoneses, tenemos entre nosotros a la futura reina de España, doña Leonor, que cursa en la Academia General Militar el primer año de su exigente formación castrense. Como ocurriera antes con su padre y con su abuelo, esa estancia creará sin duda lazos con nuestra ciudad que perdurarán y supone un honor para la capital aragonesa, que acoge a la princesa con cariño.
Junto a HENNEO, el grupo de comunicación del que formamos parte, completamos la celebración del 20 de septiembre con unos premios que representan los valores profesionales y humanos que defendemos. Un ejemplo de las virtudes del buen periodismo, nos lo ofrece María José Fernández Vallés, conocida por todos como Pepa Fernández, directora del programa ‘No es un día cualquiera’ de Radio Nacional de España, a quien entregaremos el premio Mompeón Motos. Amado Franco, quien estuvo muchos años al frente de Ibercaja y preside ahora su fundación, un hombre comprometido con el progreso de la sociedad, recibirá el Premio Henneo. Y el Premio a los Valores Humanos y el Conocimiento le corresponde a José Luis Melero, polifacético intelectual, escritor y bibliófilo, pero sobre todo estudioso y amante de las cosas de Aragón. Enhorabuena a los tres.
Desde nuestra larga trayectoria periodística y empresarial, a caballo de tres siglos, como presidenta de HERALDO, quiero renovar con ilusión el compromiso de trabajar por el progreso y el bienestar de Aragón y de España, cumpliendo con nuestra misión informativa para contribuir al desarrollo en todos los órdenes de la sociedad de la que formamos parte y a la que nos debemos.
