Huw Edwards, la cara de la BBC para anunciar la muerte de Isabel II
El veterano periodista se encargó de comunicar el fallecimiento de la reina siguiendo el protocolo estipulado por la cadena.
Dicen los expertos que la BBC fue preparando durante la tarde del jueves a los británicos para comunicarles la noticia del fallecimiento de Isabel II de Inglaterra. Después de que los médicos de la Casa Real alertaran sobre el estado de salud de la monarca, la televisión pública activó el protocolo que ya habían ensayado en otras ocasiones para anunciar la muerte de la soberana: los presentadores vistieron de negro, la programación se alteró y los contenidos se centraron en la reina. Poco después de las 19.30 (hora española), el periodista Huw Edwards dio la noticia: "Hace unos momentos, el Palacio de Buckingham ha anunciado la muerte de Su Majestad, la reina Isabel II". Más de once millones de espectadores siguieron en Reino Unido este momento por la pequeña pantalla. Después sonó el himno nacional y se suspendieron los programas de comedia. Durante diez días, la despedida de Isabel II copará toda la programación de la BBC.
No es baladí la elección de Huw Edwards para informar sobre la muerte de uno de los personajes más queridos por los británicos. Comenzó su trayectoria profesional en la cadena como becario de los servicios informativos en 1984, convirtiéndose dos años después en el corresponsal parlamentario de la BBC de Gales. Desde 2003 es el presentador del informativo estrella de la cadena pública, 'BBC News at Ten', que se ofrece por la noche.
Su rostro es conocido por los británicos, puesto que también se ha encargado de contar otros acontecimientos del siglo XXI. El periodista, por ejemplo, narró junto al veterano David Dimbleby el referéndum del Brexit en 2016; los Juegos Olímpicos; noches electorales, y también otras citas de la monarquía británica, como la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, el enlace entre Harry y Meghan Markle; el funeral del príncipe Felipe, o el Jubileo de Diamante de Isabel II.
Pocos cuestionan la credibilidad que desprende el comunicador en una televisión pública, la BBC, que cuenta con un gran apego en la sociedad británica y donde, a diferencia de España, los cambios de gobiernos no implican un terremoto de ceses en la corporación. Edwards comunicó, a sus 61 años, uno de los momentos más importantes en la historia de la televisión inglesa, pero hace justamente un año ya planteaba en una entrevista radiofónica su retirada de los medios. "El negocio de los informativos nocturnos, después de 20 años, puede ser agotador, aunque siga disfrutando del trabajo. Pero no creo que lo haga por mucho tiempo. Porque creo que, en primer lugar, es justo que los espectadores tengan un cambio", declaró.
