Alberto González: "Cuanto más solemne es el personaje, más funciona como marioneta"

Conocido como Querido Antonio, es el autor de los vídeos manipulados de ‘El intermedio’. El sábado visitó Zaragoza, invitado por el festival La Mistura sobre la ‘cultura del remix’.

Alberto González, Querido Antonio, antes de su conferencia en el festival La Mistura.
Alberto González, Querido Antonio, antes de su conferencia en el festival La Mistura.
Raquel Labodía

Opina Alberto González Vázquez, viñetista, guionista, cineasta, conocido profesionalmente como Querido Antonio, que el festival La Mistura, que se ha venido celebrando en Etopia sobre diversos aspectos del ‘remix cultural’, le viene como anillo al dedo. El humor concienzudo y con muchas horas de técnica detrás que despliega en sus vídeos para ‘El intermedio’ "recontextualiza la actualidad con el fin de generar un alivio cómico y visual en el programa, que es básicamente un monólogo informativo", argumenta.

Sus vídeos son ‘gags’ cortos y reenviables. En términos actuales, viralizables. ¿En qué se diferencian de un meme?

Yo creo que los memes se crean sobre plantillas predefinidas.

¿Cree que su estilo es ya reconocible?

No lo sé, no soy yo el indicado para decirlo. Pero quizá he estado haciendo memes antes de que existieran los memes. Todo esto me ha cogido por sorpresa. La gente ha empezado ahora a expresarse con estos mecanismos que llevo años usando. Y me parece bien, porque siento que tengo cierta ventaja con los que se incorporan ahora, ya que llevo hablando este lenguaje desde hace bastante tiempo.

Compañeros suyos, guionistas y humoristas, dicen que es un buen momento para hacer humor, sobre todo político. A la par, se habla más que nunca de su límites. ¿Dónde se sitúa en esta dicotomía?

Me afectan las dos visiones.

¿Tiene más miedo a la hora de ejercer su trabajo?

Indudablemente. Claro. Hace 12 años no había debate a este respecto. Ni hace cinco.

¿Y a qué atribuye esta nueva situación?

A la histeria colectiva, fundamentalmente. La redes sociales provocan que lo que antes serían opiniones desdeñables, desechables o irrelevantes, tengan otra consideración por la fuerza de la unión de la gente en las redes y el contagio histérico que generan. De hecho, no hacen falta muchos para provocar un pequeño terremoto que conlleve un linchamiento. Con 200 mensajes en contra de alguien puede haber una catástrofe. Doscientos mensajes hacen que tu móvil eche humo o que se retire un anunciante.

Usted usa las redes sociales, sin embargo.

Las uso y creo que no dejaré de usarlas. He tenido algún tipo de conflicto y siempre lo tendré. Pero, en realidad, son un canal de comunicación.

Pero está en la tele. El medio de comunicación más poderoso en cuanto a difusión...

Sí, pero ahí soy anónimo. La gente que ve ‘El intermedio’ se cree que Wyoming lo hace todo.

En este sentido, ¿cree que últimamente los guionistas televisivos tienen mayor consideración?

Creo que el reconocimiento es importante. Yo sí he conseguido que bastante gente sepa que soy el autor de los vídeos. Aunque muchos que ven ‘El intermedio’ no tiene ni idea, ni tienen por qué tenerla. Tampoco saben quién es el autor de aquel chiste tan gracioso que dijo Wyoming. Y es lo normal.

Hace vídeos políticos, pero no sé si en realidad lo que hace son vídeos de políticos.

Me interesan más los personajes que la política en general.

¿Qué políticos son para usted los más jugosos?

Los presidentes del Gobierno siempre lo son. Porque además tienen una presencia enorme y constante. Empecé con Zapatero y funcionaba; era divertido. Cuanto más solemne es el personaje, mejor funciona como marioneta.

Pero ahora los políticos se afanan en no ser solemnes. Aparecen en hamburgueserías, bailando en la tele, paseando al perro...

Eso también funciona. La gente me decía: "¿Ahora sin Rajoy qué vas a hacer?". Y qué va. Pablo Casado es magnífico. Como lo es Teodoro García. Es como si Rajoy se hubiera multiplicado.

Ahora hay nuevos políticos que hacen sus propios vídeos, en los que en ocasiones da la sensación de que se autoparodian. Y cada vez es más común asistir a la realidad pensando que es digna de ‘El Mundo Today’, donde usted también colabora.

Cuando la realidad es demasiado absurda, mi trabajo es innecesario. Si Rajoy tenía lapsus extraños no podía hacer nada con ello. ¿Qué podía aportar yo? Intenté una vez corregir una de las frases y hacer que tuviera sentido, pero esto no tiene ningún valor.

¿Cómo recuerda su trabajo para Amaral en el vídeo ‘La ratonera? Aquello fue muy controvertido.

En la canción me parecía que el mensaje estaba un poco encriptado y se me ocurrió desencriptarlo a lo bestia. Es curioso: el vídeo es de hace cuatro años y parece que tiene 50. Prácticamente ninguno de los personajes del videoclip –Rubalcaba, Zaplana, Ávarez Cascos, Gallardón, Bono, Anasagasti...– forma parte de la vida política actual.

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