“La 'minilipo' extrae la grasa localizada que parece imposible de eliminar”

La cirugía estética es cada día más común y demandada en España. Según un informe de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery, en 2016 el país ocupó la posición número doce de la clasificación mundial, con un total de 473.074 procedimientos. Unos datos que se deben, tal y como argumentaba la doctora de la clínica Aragolaser Lourdes Moreno en el encuentro digital de Heraldo.es, a que los tratamientos estéticos se han “sociabilizado”. “Es algo normalizado, al igual que cuidamos nuestra piel o teñimos nuestro cabello, nos ponemos bótox”, explicaba la experta.

Estos tratamientos abarcan diversos ámbitos desde los rellenos faciales, ya asentados debido a sus años de uso, hasta las propuestas más innovadoras como las ‘minilipo', una intervención reductora destaca por su seguridad y rapidez. “El paciente viene y se va por su propio pie, no necesita ingreso y se realiza con anestesia local en una intervención de dos horas de duración. Así es una opción idónea para eliminar la grasa localizada, que no disminuye ni con dieta ni con ejercicio”, argumentaba Moreno. Pese a su efectividad, la doctora insistía en que, al igual que ocurre con la clásica liposucción, no se puede usar como un método de adelgazamiento, pese a que se pueda repetir en diversas ocasiones, sino que los pacientes deben adoptar unos hábitos de vida saludables.

Otro de los métodos más innovadores y que también fue uno de los temas del encuentro es la lipotransferencia o transferencia de grasa. “Esta técnica es muy común, sobre todo la de glúteo, aunque cabe hacer hincapié en que el resultado no es el mismo que unos implantes, es menos preciso pero más natural, ya que es una sustancia de relleno propia del organismo”, comentaba Moreno.

Cirugía estética facial

Dentro del ámbito facial, existen diversas técnicas, desde la liposucción de papada (que solo deja una pequeña incisión de unos dos milímetros), los rellenos y los Hilos Tensores, muy en auge en la actualidad. Estos últimos son, según explicaba la doctora, “el tratamiento estrella contra la flacidez del rostro”. “Estos abarcan un amplio segmento de pacientes, en función de la piel más que de la edad. Además, tienen un efecto inmediato y durante los tres meses siguientes a su colocación produce colágeno, que mejora visiblemente la piel”, exponía.

En relación a los populares tratamientos de bótox y ácido hialurónico, unos clásicos de la cirugía estética facial, la doctora destacaba “el desconocimiento general que hay sobre los mismos”. “Existe un exceso de información o desinformación sobre este tema. Son sustancias completamente diferentes. Para empezar, el bótox no rellena la zona, sino que atenúa las arrugas al paralizar parcialmente el músculo, su duración es de tres a seis meses y solo se puede utilizar en la mitad superior del rostro.  -explicaba la doctora- Por otra parte, el ácido hialurónico, sí que da volumen a la zona y además es el relleno estrella, ya que en el caso de querer eliminarlo, existe su ‘antídoto’ que es la hialuronidasa”.

Además, otro de los aspectos que explican la demanda de estos tratamientos es la disminución de su precio, que se han reducido casi a la mitad, costando antes 400 euros y no alcanzando los 200 en la actualidad, en el caso del bótox.

Manchas solares y ojeras

Tras la época estival, en la que la exposición al sol es mayor, es muy común que aparezcan manchas. “Hay que intentar evitarlas, por ello, la protección es fundamental. Pero en el caso de que estas ya hayan aparecido, se pueden eliminar mediante láser, en el caso de las solares, y con ‘peelings’ cuando se trata de manchas hormonales o que aparecen en las embarazadas”, exponía la doctora.

Aunque, en el caso de manchas faciales, sin duda las más odiadas son las temidas bolsas. “Las ojeras se pueden atenuar mediante la transferencia de ácido hialurónico, un procedimiento sencillo, que dura un año y a un precio muy asequible, por 139 euros”, finalizaba.