Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Los museos de Héroes del Silencio (4)

El entrenador mexicano de fútbol Giovanni Flores posee una curiosa y extensa ‘colección digital’ del grupo zaragozano.

Imagen de archivo de Héroes del Silencio.
Los museos de Héroes del Silencio (4)
Heraldo

Es curioso, y no por ello desdeñable, un seguidor de un grupo exclusivamente digital, es decir, que solo se dedica a coleccionar material editado oficialmente o fabricado de forma casera para su visión o escucha en ordenadores, tabletas, teléfonos móviles… Quizá se entienda mejor y se valore esta forma de coleccionismo y de amor a un artista tras leer los párrafos siguientes.

Giovanni Flores es un joven entrenador de futbol en una escuela de Pachuca, en la Ciudad de México. Cuenta que su colección empezó a finales del año 2006, cuando se habían anunciado las fechas ‘póstumas’ a la gira "El Tiempo de las Cerezas". "Yo era participante de ‘Bunbury y más’ (el foro mexicano de Bunbury y Héroes) y obtuve mi primer disco con mis apenas 15 años. Cabe mencionar que mi colección es muy extensa, pero es digital. Poseo toda la discografía original tanto de Bunbury como de Héroes del Silencio, pero mi colección va más allá y quisiera que no se hiciera a menos esta colección pues hay cosas que no todos tienen o que no están en Internet y son dificilísimas de encontrar".

Esta colección abarca alrededor de 355 discos de Héroes del Silencio entre videos de conciertos, programas de TV y otros, un total de alrededor de 200 videos. En cuanto a Bunbury, posee alrededor de 380 discos, conteniendo unos 112 vídeos. De todos ellos, señala dos piezas de Héroes y otras dos de Bunbury, en concreto el VHS de Héroes del Silencio en Estrasburgo (Francia), del 5 de diciembre de 1991, y el DVD "que yo mismo armé con bastantes programas de TV en México, titulado ‘TV Shows’, que incluye algo del Cine Ópera en 1996 y el Beechwood, un concierto acústico en la televisora local, entre otros".

"De Bunbury –continúa-, serían el video del ‘Freak Show’ de Barcelona, que, aunque dura solo una media hora, viene ‘Lamour’ con Carlos Ann y todos los créditos con los artistas encima del escenario. Y también incluyo el vídeo de Bunbury en el Pabellón Principe Felipe de Zaragoza de 1999; este, más que por su rareza, es porque me lo regaló Esperanza Olvera, que en paz descanse, administradora del club de fans ‘Bunbury y más’. Quizá pueden existir otras piezas, como mi boleto del ‘Unplugged’ en México de Bunbury o mis discos firmados, pero creo que por la rareza, me quedo con los vídeos señalados".

Para Giovanni ser fan y coleccionista de Héroes es algo que va más allá de ese concepto, según explica: "Es un estilo de vida, es una etiqueta que llevas toda tu vida, porque a dónde vas te identificas no solo con el rock o con el gusto por Héroes, sino porque veo toda mi vida reflejada en ellos. En mi círculo social actual a todos mis amigos les gusta Héroes, cada vez que vamos a bares o a fiestas ponemos esa música y el intercambiar material con gente de todo el mundo te hace entender que vives para Héroes del Silencio y que de alguna forma te lo pagan con su música, aunque el grupo haya llegado a su fin".

"Y sobre ser coleccionista –sigue explicando Giovanni- es llevar a otras etapas, a otras épocas e incluso generaciones todo ese gusto, porque al tener esa colección y que mis amigos vean, mi familia también lo vea y mis cosas sean heredadas de generación en generación, va a hacer que fomenten un gusto por ellos, una aceptación y que no solo el fenómeno dure 22 años sino más de un siglo, que se hable de ellos como un Beethoven o un Vivaldi y en dos o tres siglos como los mejores del rock en español, hasta el fin de la existencia humana".

Todo esto su familia lo ve con respeto. "Mi familia sencillamente me apoya, ya que no tienen los mismos gustos o aficiones, ni siquiera les gusta el rock, pero respetan mi gusto y les agrada que agrande mi colección", finaliza Giovanni, que tiene a bien enviar un vídeo del citado concierto de Estrasburgo pero que obviamente no se puede reproducir en este blog por cuestión de derechos de autor.

En fin, una manera distinta de seguir el mundo de Héroes y Bunbury pero muy apasionada, de abrir la puerta a un museo emocional que llena las horas y la misma vida de este entrenador de fútbol. Que lo sigas disfrutando Giovanni.

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