¿Y si dejamos que el jardín crezca salvaje?

Los hay que llevan su obsesión por el orden y la limpieza demasiado lejos. En realidad, los matorrales y espacios descuidados son necesarios para la naturaleza

Recortar parterres lleva a perder biodiversidad y favorecer la esterilidad del suelo
Recortar parterres lleva a perder biodiversidad y favorecer la esterilidad del suelo
HERALDO

Existe cierta obsesión en ciudadanos y responsables de mantenimiento de jardines de tener la hierba cortada, los setos igualados y, en general, mantener un aspecto inmaculado. Una obsesión que contrasta con el aspecto de una pradera natural, donde las hierbas crecen altas, no hay un orden armónico ni necesidad de cortar continuamente.

La británica Sarah Barnes compartió en Twitter esta imagen de su jardín, libre, comparado con la cuidada estampa del de su vecino

La británica Sarah Barns compartió esta imagen en Twitter en la que su jardín, que crece de manera natural, contrasta con el cuidado espacio de sus vecinos

De hecho, en ciudades como Zaragoza, donde la temperatura es muy elevada en verano y apenas se registran precipitaciones, cortar praderas y descampados al ras supone condenar el suelo a la erosión. Es normal que lo hagan, sin embargo, ya que de dejar que crezcan las hierbas las quejas de los vecinos serían abundantes. «En ese solar no hay más que ratas», se escucharía. Y para evitar esa mala imagen, el Ayuntamiento prefiere curarse en salud y mantener al ras toda la vegetación. Hace unas semanas sonaron las protestas por las condiciones en las que estaba el parque del Buen Humor, en Zaragoza, cuyas malvas habían alcanzado una altura considerable y eran muchos los vecinos que pedían que se cortaran.

Se puede ahorrar mucho dinero si se piensa en maneras para que ciertos solares, linderos y cunetas no tengan que ser mantenidos en una ciudad como Zaragoza, cuyo presupuesto para Parques y Jardines es cada vez más raquítico. No tiene sentido haber retirado con excavadoras las plantas que crecían de manera natural junto al Tercer Cinturón en Torrero (santolinas, bolinas, olivardas, tomillos), para poner un riego por goteo y plantar en su lugar hiedras. Tampoco se entiende por qué se invierten recursos en poner césped en rotondas, con lo sencillo que sería estudiar qué plantas crecen de manera natural sin apenas agua. Con más especies autóctonas, más hierbas que crecen de manera natural, y menos obsesión por el orden, habría una cantidad mayor de alimento para los pájaros urbanos, por ejemplo, cuyo retroceso es evidente, como se ha documentado ya en el caso del gorrión.

Se pierde la riqueza

Cuando se deja el suelo arrasado, ya sea con la cuchilla o bien con herbicidas (en algunos campos de cultivo), se produce una enorme pérdida de fertilidad que se ve agravada, además, con las lluvias fuertes de verano. Las tormentas, que descargan muchos litros en muy poco tiempo, tienen una tremenda fuerza de arrastre. Si hay arbustos o hierbas, se frena la corriente y la humedad quedará en el subsuelo. Si por el contrario se ha dejado el suelo libre de hierbas mediante productos químicos, la lluvia arrastrará gran parte de la capa superficial de la tierra, creando escorrentías y llevándose consigo incluso cantos rodados. ¿Qué sucederá con esos campos de cultivo? Que tendrán apenas alimento y será necesario abonar siempre artificialmente.

Recortar parterres lleva a perder biodiversidad y favorecer la esterilidad del suelo

A la izquierda, un parterre sin recortar; a la derecha, segado, de manera que la tierra se seca más fácilmente.

Además, no solo los insectos y pequeños herbívoros se benefician de esas hierbas que crecen libremente. También la microfauna del suelo. Todas las hierbas que se dejan en un jardín, un campo en barbecho o una ladera, tendrán su ciclo vital y acabarán secándose y muriendo, para beneficio de la microfauna subterránea. En total, se calcula que una pradera natural tiene hasta 50 veces más insectos que una que se siega una vez a la semana. Insectos buenos, no plagas.

¿Cómo podemos combinar en un jardín ese espacio para la biodiversidad con un conjunto ordenado? Dejando rincones específicos para insectos. Es divertido de planificar, ese espacio donde se puede dejar la hierba más alta, un tronco para que los organismos vayan aprovechando la madera, e incluso algún ‘hotel de insectos’, construcciones sencillas con ladrillos y tubos donde criarán especies beneficiosas como mariquitas.

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