Un juego que también 'construye' la mente

Un juego que también 'construye' la mente

Aumentar la creatividad o mejorar la concentración y la motricidad son algunos de los beneficios que este pasatiempo aporta a los niños.

Estos juguetes se han ido traspasando de generación en generación.
Estos juguetes se han ido traspasando de generación en generación.
Unplash

Juguetes con los que se divertían tus padres y con los que pasaste horas en tu infancia. Aunque hayan cambiado sus materiales y se hayan modernizado sus diseños, los juegos de construcción siguen siendo un pasatiempo imprescindible de los pequeños del hogar y por esa razón se han trasmitido de generación en generación. Estos juguetes, como los famosos LEGO, además de divertir, tienen diferentes propiedades que ayudan al desarrollo de los niños y hacen las delicias en las tardes de diversión en familia.

Mejoran la concentración. Pese a que en esencia su técnica es muy simple, conseguir crear buenos diseños requiere mayor concentración de la esperada. Los pequeños evaluarán cada una de sus piezas para conseguir la estabilidad perfecta en sus creaciones. Estimulan la creatividad. Este juego tradicional presenta un sinfín de posibilidades que traspasan los límites de la imaginación. Sus piezas ofrecen multitud de creaciones originales y únicas. Un juego en el que cada nuevo diseño es un reto que estimula la creatividad de los niños. Unas características que lo convierten en una opción idónea para regalar. Desarrollan la motricidad. Este sencillo juguete consigue plasmar las ideas y pensamientos de manera física, logrando también una mejora de la motricidad, al utilizar los dedos y las manos para unir cada pieza. Reducen el estrés. Este pasatiempo puede ser una opción perfecta para olvidar el agobio de la jornada. Después de hacer todos los deberes y tareas, este juego es perfecto para despejar la mente, calmar la ansiedad e incluso mejorar la autoestima de los niños, al ver conseguidas sus metas. Aumentan la visión espacial. Distribuir el espacio para lograr la figura perfecta es una buena manera de que los pequeños consigan tener una mejor conciencia del espacio y de los tamaños. Una visión que pueden incorporar en otros ámbitos, incluso en alguna de sus asignaturas del colegio. Son buenos aliados a la hora de adquirir conocimientos matemáticos, una de las asignaturas menos atractivas para los alumnos. De manera casi instantánea se realizarán sencillas operaciones para fraccionar una pieza armada o para contar todos los elementos necesarios para que la creación tenga un tamaño equitativo. Además, se pueden explicar muchos conceptos y hacer cálculos de manera más fácil. Desarrollan el razonamiento lógico. Antes de plasmar la figura, es necesario ordenar y seleccionar las piezas, una buena manera para empezar con un sistema básico de planificación. Además, este juego también pone a prueba la capacidad de resolver problemas, al encontrar soluciones ante un fallo en la construcción.