La Torre del Agua se queda (de momento) sin visitas, exposición ni iluminación

Tras la muestra de arquitectura y el fin de las visitas guiadas, la DGA busca fórmulas para su uso.

La Torre del Agua, iluminada durante las fiestas
La Torre del Agua se queda (de momento) sin visitas, exposición ni iluminación
Legado Expo

La Torre del Agua de Zaragoza ha recuperado durante las pasadas Fiestas del Pilar parte del protagonismo perdido en los últimos años como icono de la ciudad. Tras la celebración del 'Día Mundial de la Arquitectura 2014' en la Comunidad aragonesa, una exposición mostró en su interior al público los trabajos presentados a la XXIX edición del Premio de Arquitectura Fernando García Mercadal.


Además, otra muestra de la revista 'Wendingen', órgano de expresión de la Escuela de Ámsterdam, ha permanecido abierta hasta este lunes 13. Junto con estas iniciativas, el singular edificio de 76 metros de altura, obra de Enrique de Teresa, ha mantenido las visitas guiadas previa inscripción, gracias a la labor de la asociación Legado Expo Zaragoza, que ha coordinado esta actividad con gran éxito de público desde que se pusiera en marcha el mes de julio.


Y como colofón, y tras numerosas quejas y peticiones ciudadanas, la Torre del Agua volvió a iluminarse durante el puente del Pilar, aprovechando la presencia masiva de turistas y visitantes a la capital aragonesa con motivo de sus fiestas para mostrar su mejor imagen.


Sin embargo, la resaca de estos días poco ha tardado en llegar. Las cerca de mil luminarias equipadas con lámparas de fluorescencia que jalonan su enorme fachada han vuelto a apagarse 'sine die'; su interior vuelve a estar vacío -más allá del Splash-; y las visitas guiadas han tocado a su fin.


Desde el Gobierno de Aragón aseguran que “se está analizando” el futuro del edificio y anuncian que trabajan en “distintas opciones”, entre las que seguramente tendrán más peso las iniciativas privadas que puedan optar -y adaptarse- a esta peculiar instalación.


Por su parte, en Legado Expo Zaragoza reconocen que con el fin de las visitas guiadas -que bajaron la persiana el pasado domingo- “se acaba una etapa”, en la que han colaborado “muy gustosamente” con la DGA, pero reclaman un paso más: “Hay que abrir las puertas de la torre definitivamente para todos los públicos”, explica su vicepresidente, Miguel Ipas.


En estos últimos meses, cerca de 1.800 personas han accedido al edificio gracias al programa de visitas (seis turnos cada fin de semana en grupos reducidos). Con la vuelta del Splash, y el precedente de estas Fiestas del Pilar, “es el momento de apostar por la Torre”, asegura.

A oscuras

Otro tema más complicado es el de la iluminación exterior. Si por un lado es innegable el valor visual del edificio con sus luminarias a todo rendimiento, por el otro el coste económico de esta enorme decoración es su principal obstáculo.


Desde Legado Expo lanzaron un órdago a la Administración pública al ofrecerse a pagar el coste de iluminar la torre durante las fiestas, que según sus cálculos apenas alcanzaba los 6,5 euros la hora, unos 129 euros en una semana (cuatro horas al día). Unas cifras que en el Departamento de Obras Públicas de la DGA, del que depende el edificio, rechazan de plano. “La cifra es muchísimo más elevada”, aseguran, aunque sin concretar el coste real.