Zaragoza

Las Fuentes se apunta al 'bookcrossing'

La Fundación El Tranvía y la Casa de Juventud organizan esta iniciativa, que consiste en liberar libros en la vía pública con el objetivo de fomentar la lectura.

Los libros esperan en la Fundación Tranvía el momento de su liberación
Las Fuentes se apunta al 'bookcrossing'
T. M.

Si este miércoles encuentra un libro en cualquier rincón del barrio de Las Fuentes no se trata de una pérdida o de un olvido, simplemente es que alguien lo ha dejado para que usted pueda leerlo. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la Fundación El Tranvía, una entidad creada en 1995 por la Asociación de Vecinos de Las Fuentes para la gestión de recursos sociales, y la Casa de Juventud del barrio, que persigue un objetivo: “fomentar la lectura”, apunta Ciara Condon Tricas, responsable de actividades comunitarias de la fundación.


Pretendemos hacer una liberación masiva de libros, lo que actualmente se conoce como ‘bookcrossing’ y que en otras ciudades tiene tanto éxito, para que la lectura esté al alcance de todos, de una manera totalmente gratuita”, explica Ciara Condon. “En cada ejemplar hay una etiqueta con una dirección web, en la que cada usuario debe registrar el libro que ha encontrado para controlar en qué ciudad está en cada momento. No hay límite de tiempo para volver a depositarlo en cualquier otro lugar, es decir, volver a liberarlo. Lo importante es que lo pueda leer cuanta más gente mejor, sea donde sea”, dice la responsable de la actividad.


Para poner en marcha “la liberación”, la Fundación El Tranvía cuenta con alrededor de 500 ejemplares, donados por usuarios del centro, particulares y editoriales. “Desde hace algo más de un año recogemos y registramos títulos que guardamos en una sala de la entidad y que ya hay quien ha ido liberando poco a poco, aunque la mayoría vuelven a nuestras estanterías. Ahora queremos que viajen. Por eso, este miércoles, un grupo de 40 voluntarios nos ayudarán a trasladarlos a la plaza Utrillas, donde, a partir de las 18.30, los dejaremos expuestos una media hora antes de que cada uno de los asistentes los libere por las calles principales del barrio, colegios, centros de salud, comercios, bancos, aceras… Cualquier lugar es bueno con tal de que alguien lo coja para leerlo”, explica Ciara Condon.


Para que la actividad sea “más vistosa” –apunta la organizadora-, desde la fundación hasta el punto de encuentro –la plaza Utrillas-, los voluntarios irán liberando ejemplares con globos durante el trayecto. “La cuestión es que cuanta más gente participe, más lectores habrá y más rápido viajarán los libros”, dice Condon, quien asegura ser consciente de que muchos de ellos se perderán. “Por experiencia sabemos que no todos los lectores registran los títulos en la web cuando los encuentran o cuando los vuelven a liberar. Contamos con ello, pero insistimos en que lo importante es que los ciudadanos lean”, dice la responsable de la actividad. “Aunque es cierto que la web nos permite saber dónde están nuestros libros y hace mucha ilusión ver cómo viajan. En una ocasión dejé un ejemplar en un pueblo de la frontera con Francia y a los pocos días estaba registrado en Logroño. Es muy bonito comprobar cómo viaja la cultura”, concluye Ciara Condon.