La punta de la crecida del Ebro, que se traslada a la Ribera Baja, afecta a la escuela de Velilla y mantiene en alerta a los vecinos

Las localidades afectadas trabajan para reparar daños causados por la riada, en otros, como Quinto y Gelsa, esperan que el agua no alcance el casco urbano. Los trabajos de vigilancia continúan.

Vista desde el aire de la crecida
La punta de la crecida del Ebro, que se traslada a la Ribera Baja, afecta a la escuela de Velilla y mantiene en alerta a los vecinos
Envuelo

La punta del Ebro ha llegado a los pueblos de la Ribera Baja del Ebro en las últimas horas. Municipios como Velilla de Ebro han visto cómo el agua se filtraba en sus escuelas y anegaba los campos. Este hecho ha obligado a que las clases se hayan suspendido hasta que los alumnos pudieran ser reubicados. No obstante, para la alcaldesa, Rosario Gómez, la prioridad es evaluar los daños a los sistemas de riego, superficie agrícola e infraestructuras, que han sido "cuantiosos". 


En Gelsa, otra de las poblaciones en las que preocupaba la situación a la que ha llegado la punta de la riada a las 04.00 horas, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha estado trabajando con maquinaria pesada en el refuerzo de la mota, en la que se han registrado pequeñas filtraciones sin importancia. "Esta noche no sabíamos si la mota aguantaría y, al final, lo ha hecho, pero ahora se está agrietando al estar tantas horas soportando la presión", ha explicado el alcalde de Gelsa, José Miguel Almorín.


A lo largo de la mañana, la UME y los vecinos de la localidad se han afanado en reforzar la mota con la ayuda de camiones y medios cedidos por el Gobierno de Aragón. También se está reforzando la carretera situada tras esta primera barrera con el objetivo de que actúe de segunda mota, en caso de que la primera terminara por ceder. Para ello, están a la espera de que lleguen a la localidad otros cinco camiones, una pala cargadora y un bulldozer.


Por su parte, la mota de Quinto de Ebro continúa evitando que el agua llegue al casco antiguo. Para lograrlo, según han informado fuentes del Gobierno de Aragón, han estado trabajando durante la noche seis camiones de la empresa pública Sarga y dos palas excavadoras para reforzar la mota.


Debido a todas las localidades que están resultando afectadas por esta crecida, el Gobierno de Aragón ha decidido poner en un par de días otra oficina para ayudar a los afectados en la zona baja del Ebro, en concreto, en Quinto de Ebro. De este modo, se suma a la situada en Alagón, que estará operativa a partir de este martes por la tarde.  Allí trabajarán representantes de distintos departamentos del Gobierno de Aragón, coordinados por el director general de Ordenación del Territorio, Javier Gamón, así como de la Delegación del Gobierno.


El agua sigue causando problemas en los pueblos de la Ribera Alta del Ebro, que trabajan para volver a la normalidad tras una noche más tranquila. En Boquiñeni, los vecinos volvían este lunes a sus casas tras ser evacuados el pasado sábado. Durante la noche se ha seguido trabajando en la localidad para evacuar el agua, aunque "el nivel del río todavía está alto y se sigue filtrando", explica el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Sanjuán. Los vecinos no disponen de agua potable y cuentan con cisternas para el abastecimiento, pero se espera que los análisis del agua determinen pronto su potabilidad. Además, el colegio de Boquiñeni continúa cerrado y los trabajos para su reapertura están avanzados. Está previsto que un técnico revise las instalaciones durante este miércoles para "garantizar la seguridad de los niños, que es lo más importante", indica Sanjuán.


En Pradilla de Ebro el nivel del río alcanzaba los 6,35 metros de altura a las 08.30 de este martes. "Las bombas no dan abasto, cada vez tenemos más agua en el pueblo porque el nivel del río sigue alto y no para de filtrarse", lamenta Luis Eduardo Moncín, alcalde del municipio. Los vecinos se encuentran en sus casas y los efectivos de la Diputación Provincial de Zaragoza y de la DGA trabajan contrarreloj. "Nos han comunicado que se espera un repunte en Castejón para este miércoles, así que se prevé que vuelva a subir el nivel del agua", añade el edil.


Por su parte, en Pina de Ebro comienzan a respirar tranquilos tras la desactivación del plan de evacuación. Sin embargo, continúan alerta: "Seguimos vigilantes porque el nivel del río está todavía alto", expone María Teresa Martínez, alcaldesa de Pina de Ebro. A las 00.00 de este lunes, el equipo municipal se reunió con los servicios de emergencia para evaluar la situación y una patrulla ha pasado la noche vigilando el cauce. "El agua baja, pero muy lentamente, y tenemos motas muy mojadas", explica Martínez.


El barrio rural de Alfocea también se ha visto gravemente afectado por la crecida de estos días. Las casas de una cuarentena de vecinos de la zona baja están afectadas y muchos de ellos las han tenido que abandonar. Este es el caso de Branwen Val, una británica de 63 años que lleva desde 2001 viviendo en Alfocea. "Fue increíble, al principio de la mañana vimos que había una fuga en las motas y en menos de media hora, se estaba rompiendo el muro de hormigón de dos metros que da acceso a nuestra casa", narra Val. Y así hasta este martes, cuando todavía no han podido volver a su hogar. 


Tal es la desesperación que tienen por no saber en qué situación se encuentran sus viviendas, que han creado un grupo de facebook para comentar las últimas novedades a las que han tenido acceso. 


Los colegios pendientes del agua

Los alumnos de Novillas, Gallur, Pradilla, Cabañas de Ebro, Monzalbarba, Torres de Berrellén, Movera, Alfajarín, Pina de Ebro, Quinto de Ebro y Gelsa han acudido este martes al colegio con normalidad. No han podido hacerlo, en cambio, el medio centenar de escolares de Primaria de Boquiñeni, donde las clases están suspendidas debido a que el agua ha afectado al centro.


Miembros del servicio de Inspección Educativa, técnicos de Infraestructuras del departamento y el equipo directivo están evaluando conjuntamente las reparaciones de urgencia a acometer y la posibilidad de trasladar provisionalmente durante unos días a los alumnos a Luceni. El objetivo es poder restablecer las clases la próxima semana, ya que este jueves y viernes es festivo. Sí han podido acudir a clase los alumnos transportados de Secundaria de Boquiñeni que estudian en el instituto de Pedrola.


También se trabaja para restablecer las clases en el colegio de Velilla de Ebro, donde estudian 21 alumnos y hasta donde se ha trasladado un equipo de la Unidad Militar de Emergencias para colaborar en el achique de agua; y en el Jerónimo Zurita de Zaragoza, que cuenta con unos 250 escolares. El Servicio Provincial de Educación ha habilitado un servicio de atención a los menores de este último centro para aquellos padres que puntualmente no pueden hacerse cargo de ellos durante la jornada escolar. Esa atención se está realizando en los colegios Puerta Sancho y Almozara.


Las rutas de transporte escolar se han restablecido prácticamente en su totalidad después de que se hayan realizado modificaciones puntuales en algunos itinerarios. Las afecciones causadas por la riada en la red de carreteras no obstante impide prestar el servicio con normalidad en dos localidades. Se trata de las rutas que trasladan a dos escolares de Alforque a Sástago y las que llevan a 25 alumnos de Alfocea al colegio de Monzalbarba y al instituto de Utebo. Algunos de estos niños no obstante han acudido este martes a clase trasladados por sus familias ya que están alojados en otros domicilios.

Siguen los trabajos de vigilancia

Según ha informado este martes el Gobierno de Aragón, los técnicos que trabajan desde el Puesto de Mando Avanzado (PMA) que se ha trasladado al municipio requinto de Ebro, han informado del trascurso de una noche tranquila en la que los medios humanos y materiales han continuando trabajando.


En las localidades afectadas de la Ribera Alta, la Unidad Militar de Emergencia (UME) ha estado realizando labores de achique, sobre todo en Novillas y en Boquiñeni. En esta última localidad, el Instituto Aragonés del Agua (IAA) está efectuando trabajos para volver dotarlo de agua potable a esta zona si bien ya cuentan con agua corriente en las casa.


En la Ribera Baja, en el municipio de Pina de Ebro continúan las labores de vigilancia del caudal del río y achique. En el caso de Quinto de Ebro, seis camiones y dos retroexcavadoras de la empresa pública SARGA continúan reforzando la mota de tierra. En Gelsa están trabajando dos camiones y una pala de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para refuerzo y vigilancia de la mota además de un refuerzo del operativo con maquinaria pesada.



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