Un joven se atrinchera en su casa tras quemar un contenedor e intentar acuchillar a un guardia

La Benemérita tuvo que desplegar a veinte agentes para detenerlo.

Un comerciante señala el lugar donde el joven quemó el contenedor en la calle Compromiso de Caspe.
Un joven se atrinchera en su casa tras quemar un contenedor

Rubén V. H., de 23 años, pasó toda la noche muy alterado en la calle de Compromiso de Caspe de Alagón. Es un joven con trastorno bipolar que salió con una botella de gasolina y dos cuchillos de grandes dimensiones para convertir esta vía en una barricada. Primero causó daños en los retrovisores de varios vehículos; luego, a las 4.10, quemó un contenedor y colocó otro en el extremo de la vía que no llegó a quemar. Cuando una patrulla de la Guardia Civil fue a arrestarlo, él intentó herir a uno de los agentes con un cuchillo. Acabó atrincherándose en su domicilio, donde fue arrestado por veinte agentes de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) a las 8.35. Lo redujeron y acabó saliendo en una camilla de la ambulancia, que lo trasladó a la unidad de Psiquiatría del Clínico.


El joven detenido es nieto del matrimonio que fue desahuciado de su casa en Alagón en febrero pasado. Su padre sufría esquizofrenia. Él convive en el domicilio con su madre y su otro abuelo, Felipe Hernández, al que tuvieron que ingresar en un centro hospitalario el pasado lunes después de ingerir "muchas pastillas" que, al parecer, le facilitó el nieto, según señalaron ayer varios vecinos que conocen a la familia.


Dio muchas pastillas al abuelo


"Envenenó al abuelo con las pastillas y luego se lo tuvieron que llevar al Clínico", apuntaron los vecinos. La madre no quiso hacer ningún comentario después de prestar declaración en la comandancia de la Guardia Civil y volver a su casa. Varias amigas que le ayudaron a pasar el sofocón comentaban: "Algo tenía que pasar con este chico, que es bipolar, es como cuando va a venir el lobo y al final acaba llegando".


La madre facilitó la entrada


El papel de la madre fue muy importante para facilitar la entrada de los guardias civiles de los GRS a la vivienda familiar. Mientras su hijo se parapetó detrás de la puerta de la calle de Compromiso de Caspe número 9, ella abrió a los agentes la "puerta falsa" del corral que da a la calle de Conde de Aranda. De esta manera, los GRS, pertrechados con sus escudos, no tuvieron que derribar la entrada para detener al joven.


"Era tremendo porque había doce o trece vehículos de la Guardia Civil en la gasolinera, entre los coches y las furgonetas", explica un vecino de la calle. "Los GRS del cuartel de Casetas iban con la cara tapada, los escudos y mallos. Iban unos veinte en fila para abrir la puerta, pero les ha abierto la madre por la puerta falsa y poco después lo han sacado en una ambulancia", agregó.


Fuentes de la Guardia Civil señalaron que primero llegó al lugar una patrulla de Casetas, que fue reforzada después por compañeros de Utebo y Tauste, tras el intento de acuchillamiento del compañero y la quema del contenedor.


Al haberse encerrado en el domicilio, el protocolo de actuación de la Guardia Civil exigía que se avisara a los Grupos Rurales de Seguridad, situados en el cercano cuartel de Casetas.


Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza acudieron al lugar para sofocar el incendio, que afectó también a un vehículo, y operarios del Ayuntamiento retiraron el contenedor quemado, que había llegado a calcinar hasta una parte de la carretera.