Cayetano y Garrido se recuperan favorablemente de sus cornadas

Tanto el torero madrileño como el extremeño, corneados esta semana en Zaragoza, permanecen ingresados en la clínica Quirón. El doctor Carlos Val-Carreres se encarga de evalúar cómo evolucionan sus heridas.

Cayetano y José Garrido evolucionan favorablemente de las cornadas que sufrieron en Zaragoza. El hermano menor de los Rivera Ordoñez, que el miércoles fue intervenido en la enfermería de la plaza por el doctor Carlos Val-Carreres, padece las molestias propias de una lesión de esas características -orificio de entrada de seis centímetros en el muslo y tres trayectorias que dañan pubis, aductor y cuádriceps-, pero no ha tenido fiebre y su herida presenta buen aspecto. Así lo confirmó ayer Val-Carreres, después de visitar al torero madrileño tanto por la mañana como por la tarde en la clínica Quirón. Además, el cirujano jefe de la Misericordia añadió que "los drenajes rinden adecuadamente y tiene buen pulso medio".

Teniendo en cuenta la gran extensión que tiene la herida, Cayetano deberá permanecer ingresado, al menos, hasta el domingo. Allí, en la Quirón, le acompaña su mujer Eva González. También varios amigos que viajaron a la capital aragonesa al conocer que había caído herido y su apoderado, el maestro Curro Vázquez, que presenció en directo la cogida.

Según explicó a este periódico Val-Carreres, el diestro tuvo suerte en la forma en que fue corneado. Y es que, pese a penetrar en una región tremendamente vascular, el cuerno no dañó ningún vaso. "Es un milagro que todas las lesiones sean musculares y solo se hayan quedado en eso. Perfectamente se puede afirmar que es un afortunado, no por lo que le ha ocurrido, pero sí por cómo le ha ocurrido", ensalzó el doctor, antes de adelantar que el proceso de recuperación de José Garrido, herido este martes en la corrida de Fuente Ymbro, cuando compartía cartel con los mexicanos Joselito Adame y Leo Valadez, está "muy avanzado".

De esta forma, el torero extremeño podría abandonar la clínica hoy mismo o, como tarde, mañana sábado. Cabe recordar que su herida se sitúa a la altura del gemelo derecho, con una trayectoria ascendente de 15 centímetros y otra descendente de ocho. Al igual que Cayetano, Garrido tiró de raza para darle muerte al toro que le había herido, un bravo y exigente ejemplar de Lagunajada al que cortó una oreja. Antes, había arrancado otro apéndice por la labor firmada frente a su primer oponente.

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