Accidentada quinta mañana vaquillera

El día grande de las fiestas, con una plaza de la Misericorida prácticamente llena, dejó un balance de seis traslados al hospital y 13 atenciones sanitarias. Las reses de Fernando Machancoses llenaron de emoción y tensión el albero. El hierro valenciano ha sido galardonado como el mejor lote de la feria del Pilar en sus dos últimas visitas a Zaragoza (2015 y 2016).

Una vaquilla zarandea a un mozo haciendo caso omiso al capote de un director de lidia.
Una vaquilla zarandea a un mozo haciendo caso omiso al capote de un director de lidia.
Daniel Marzo

El 12 de octubre no es un día cualquiera en Zaragoza. El día grande de las Fiestas del Pilar, con la Ofrenda de Flores como eje central de la jornada, acogió ayer la quinta y más espectacular mañana vaquillera. La ganadería Fernando Machancoses (Cheste) fue la encargada de poner la emoción en un ruedo de la Misericordia que volvió a registrar un lleno prácticamente total, con una entrada ligeramente inferior a la de este pasado miércoles. Fue, además con mucha diferencia, la jornada más accidentada, con multitud de sustos y cogidas, alguna de ellas francamente fea. El balance médico final hablaba de 13 atenciones sanitarias y seis traslados al hospital.

La mañana, sin duda, prometía. Sobre el albero zaragozano se citaba la ganadería premiada como el lote más completo en las dos últimas ediciones de la feria. 365 días después de que pisara la Misericordia, el hierro valenciano de Fernando Machancoses regresaba a la capital aragonesa con las expectativas por las nubes. Y el paso de sus reses no defraudó.

Apenas habían transcurrido diez segundos cuando el primer joven ya había besado la arena. Esa fue la carta de presentación de unas vaquillas que no solo llevaron emoción al ruedo. El callejón, abarrotado, tuvo que ser velozmente desalojado en multitud de ocasiones tras el salto de la correspondiente res. Tal fue la frecuencia con la que los animales brincaban a esta zona, que varias de las contusiones llegaron con el mozo golpeándose contra las maderas. Muchas veces, eso sí, ayudado por la cabeza de la vaquilla.

Uno de los momentos más feos de la mañana llegó con una grave y brusca caída de un joven. El mozo, subido en el céntrico tablado de madera, trató de escapar cuando el animal se aupó a la estructura. Entonces, cuando trató de huir a la arena, fue alcanzado por la res, golpeándose de forma muy violenta la cabeza contra el tablón y cayendo al ruedo. Rápidamente fue auxiliado por una multitud que lo portó en volandas a la enfermería.

Más tarde, otro aficionado quedó durante unos segundos inconsciente sobre la arena, después de sufrir otra aparatosa caída, en la que se golpeó directamente el cuello con el albero. Por la misma enfermería había pasado anteriormente otro muchacho cogido a las puertas de los corrales. Tras ser zarandeado durante varios segundos en la arena, el joven olvidó la máxima de no ponerse en pie hasta que el animal hubiera abandonado la zona. Por ello, cuando trataba de recobrar el equilibrio, volvió a ser alcanzado por la res, rompiéndole esta la camiseta y los pantalones, y dejándole herido en la arena.

Terminó así una emocionante y accidentadísima quinta mañana vaquillera, en la que la ganadería Fernando Machancoses volvió a llenar de tensión una plaza de la Misericordia que concluyó la jornada con una gran ovación.

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