tribunales

Multa de 90 euros por romper tres costillas a un compañero del taller donde trabajaban en Zaragoza

Los dos acusados han sido juzgados en la Audiencia Provincial de Zaragoza 

Recurso entrada Audiencia Provincial de Zaragoza: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
Un furgón de Policía entra en la Audiencia Provincial de Zaragoza.]
Guillermo Mestre

Noventa euros es lo que tendrán que pagar Iván S. y Ovidiu I. como castigo por romper tres costillas al que durante un tiempo fue compañero del taller de coches en el que trabajaban en Zaragoza. A pesar de las lesiones, como las fracturas costales solo necesitan reposo para sanar y la víctima no precisó más tratamiento que una primera asistencia facultativa, la consecuencia de la agresión se ha tipificado como delito leve. No obstante, la víctima, M. R., los llegaba acusaba de detención ilegal, robo con violencia, lesiones y amenazas graves por los que su abogado, Juan Carlos Macarrón, solicitaba penas que sumaban diez años y medio de prisión.

Sin embargo, la Fiscalía les atribuía solo el delito leve y pedía para ellos dos meses de multa a razón de 8 euros diarios (480). En lo único en que coincidían ambas acusaciones es en la cantidad que los imputados debían pagar como indemnización al agredido: 1.635 euros por los 21 días que estuvo impedido para trabajar. Y como ambos han accedido este lunes a adelantar esa cantidad y han reconocido los hechos, sus defensas, ejercidas por los abogados Olga Oseira y Carlos Castillo, han alcanzado un acuerdo para saldar el asunto con la mencionada multa y la compensación económica al lesionado.

La agresión se produjo en julio de 2022 en el taller mecánico. La víctima acudió al local para entregar unas llaves. Según la fiscalía, porque la empresa iba a cerrar; según la acusación, porque pertenecían a una nave que usaban de almacén. Sea como fuere, el primero en llegar fue el agredido quien, además, dormía en el taller. Entre los tres se desató una discusión y le reprocharon que arreglara coches durante los fines de semana sin su permiso y, al parecer, lo amenazaron con despedirlo. La bronca derivó en una agresión física y M. R. terminó con fracturas en los 6º, 7º y 8ª arcos costales.

Esto es lo que reconocieron este lunes los acusados, porque durante la instrucción de la causa el lesionado mantuvo que le quitaron todas sus pertenencias -el teléfono, el N. I. E., el permiso de conducir y una carpeta-; lo amenazaron de muerte y lo metieron en el maletero de un coche. Declaró que a los diez minutos lo sacaron y le volvieron a golpear, además de obligarlo a tomar una cerveza y caerle otra por encima. Luego, añadió, le dijeron que lo estarían vigilando con las cámaras y que siguiera trabajan do dentro del taller hasta el día siguiente.

Cuando los agresores se fueron, él pudo salir también y pedir ayuda en un hotel cercano, donde la camarera llamó a la Policía. La víctima declaró luego ante la Guardia Civil y parece ser que notaron signos de embriaguez, por lo que su credibilidad se vio mermada respecto al relato de hechos. La causa, no obstante, se instruyó por los delitos antes mencionados aunque, finalmente, ha quedado todo en un delito leve de lesiones.

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