El túnel 'fantasma' del Portillo a la A-68 seguirá cerrado mientras cueste 23 millones equiparlo

La DGA, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Estado acuerdan estudiar técnicamente la inversión que se necesitaría para abrirlo al tráfico.

Maquinaria de obra apilada a la entrada del túnel que conecta el Portillo con la Estación Intermodal.
Maquinaria de obra apilada a la entrada del túnel que conecta el Portillo con la Estación Intermodal.
José Miguel Marco | Jose Miguel Marco

La sombra de la Expo 2008 sigue siendo alargada. Persisten en Zaragoza icónicas construcciones que nos recuerdan lo que pudo ser y no fue; inversiones millonarias que se apagaron cuando la muestra internacional bajó el telón. La crisis primero y cierta desidia después han hecho que 16 años más tarde la Torre del Agua, los pabellones de España y Aragón y el túnel del Portillo a la Estación Intermodal carezcan de un uso definido. Y así van a seguir por un tiempo indeterminado.

El futuro del túnel de salida a la A-68 ha estado esta misma semana encima de la mesa en la reunión que representantes del Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Estado mantuvieron en el seno de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad. La construcción de pisos en el solar de Averly, donde avanzan las obras de las 160 viviendas de precios libres, sitúa el foco la entrada del túnel que, con 1,4 kilómetros de longitud y seis metros de anchura, iba a permitir salir en tiempo récord del centro de la ciudad.

Más de 34 millones de euros se destinaron a una infraestructura viaria que nunca ha servido para nada. Porque su puesta en marcha requeriría otros 23,5 millones más. Es lo que costarían la instalación de los equipos de ventilación, la iluminación, las redes de telecomunicaciones y las bocas de incendios, además de los semáforos y las señales. Más bien, lo que en 2011 recogía el último informe que se elaboró sobre el equipamiento necesario para ponerlo en funcionamiento.

El alza del IVA dispara la puesta en servicio todavía más. Los 19,5 millones en los que se presupuestó pasaron de 22,9 (con el IVA ael 18%) a los 23,5 (al 21%) que se estima en la actualidad.

En la reunión de la ZAV se acordó que "se estudiaría técnicamente cuál es la inversión a fecha de hoy estrictamente necesaria para poner en marcha el túnel en condiciones óptimas para la movilidad y la seguridad". "Con ese estudio se seguirá hablando", explicaron. Se considera que 23,5 millones es una cifra desorbitada. Al coste de equipar el túnel, con unas obras que se decía en 2008 que durarían cinco meses, hay que sumar el mantenimiento anual, un gasto que nunca ha trascendido a cuanto podría llegar.

Con dos carriles de salida, arcenes laterales y aceras de casi un metro, el túnel acaba en la estación intermodal y discurre en paralelo al que utiliza la línea de cercanías. Al acabar la Expo, se anunció que se abriría el túnel en el primer trimestre de 2009 y que Zaragoza Alta Velocidad tendría que desembolsar entre 15 y 20 millones de euros. El Ayuntamiento insistía entonces en su apertura al considerar, con Fernando Gimeno (PSOE) como primer teniente de alcalde, que ayudaría a "mejorar el tráfico" al descongestionar uno de los puntos más colapsados, la rotonda de la Ciudadanía.

Salida del túnel junto a la Estación Intermodal.
Salida del túnel junto a la Estación Intermodal.
Jose Miguel Marco

En 2012, desde el Ayuntamiento se empezó a decir que no era una obra prioritaria para la ciudad, mientras desde la DGA pedían que se terminara "por sentido común". Con las dimensiones del túnel, se exigía por seguridad vigilancia constante, disponer de un retén de bomberos y una ambulancia, y representaba un gasto añadido que para la ciudad "llegaba en el peor momento", alegaban.

En 2014 se habló del túnel en el Senado a instancias de la aragonesista Rosa Santos. Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, aseguró que entonces "no era posible" realizar las obras de seguridad y protección civil pendientes pero que el proyecto "no estaba descartado".

De manera intermitente, la parte del túnel más cercana a la Estación Intermodal ha servido de refugio a transeúntes con algún que otro altercado. El último ocurrió esta semana, cuando ardieron enseres y colchones en una zona donde malvivían, en estos momentos, un par de personas.

Prioridad absoluta para el Portillo

En la reunión de ZAV se acordó priorizar la urbanización y la reparcelación de los terrenos del Portillo, que hoy por hoy es la mayor cicatriz urbanística que hay en la ciudad. En 2021, el Ayuntamiento consiguió un acuerdo con Adif para que, en el seno de ZAV, se desbloquearan los terrenos del Portillo. En enero de 2023, el Gobierno municipal aprobaba, con carácter inicial, el proyecto de reparcelación de la unidad de ejecución número 1 del área G-19-1 ‘El Portillo’. En la reunión de esta semana, se ha avanzado el cronograma que permitirá avanzar el desarrollo de los suelos. El objetivo es acabar la urbanización en 2026.

El traslado del centro de control ferroviario

La DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza quieren dar prioridad al gran parque urbano del Portillo y al traslado de las instalaciones ferroviarias existentes en la antigua estación a la intermodal de Delicias. Son dos obras que tienen un coste estimado de 31 millones de euros. Los pliegos para el traslado ya se han iniciado.

La DGA liquidó en diciembre de 2023 de forma anticipada los 14 millones que tenía pendientes con Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) por los préstamos contraídos, y el Ayuntamiento tiene previsto hacerlo en 2025. En el Portillo se prevé la construcción de 220 viviendas, con un precio estimado de 20,5 millones. 

Los terrenos están pendientes de la aprobación definitiva de la reparcelación del triángulo que forman la avenida de Anselmo Clavé, Escrivá de Balaguer y Escoriaza y Fabro. Hay 4.300 m2 de suelo para uso terciario

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