La noticia de que Mariyan Veselinov y Tereza Staneva, o Mariano y Teresa, como les llaman en Botorrita, van a dejar de estar tras las barra del casino de la localidad sentó como un jarro de agua fría. Los vecinos no quieren despedirse de la familia, que llegó hace cuatro años para encargarse de este negocio y de las piscinas y que consiguió relanzarlos pese a tener que enfrentarse a lo más duro de la pandemia del coronavirus. Pronto se convirtieron en una parte indispensable del pueblo, que este miércoles, unido, les ha mostrado su cariño y apoyo.

Casi un centenar de personas se han reunido en la plaza ubicada frente al Ayuntamiento para pedir que Mariano y Teresa se queden. Es una quinta parte de los habitantes que tiene Botorrita. Aseguran que han conseguido mantener abiertos unos establecimientos que son el espacio de socialización de quienes viven allí y que hasta su llegada apenas daban servicio unos meses al año. Porque todo el que venía a gestionarlos acababa marchándose poco después. Además, la llegada de esta pareja, junto a sus dos hijos, permitió que volviera a abrirse la escuela del pueblo, cerrada al no haber suficientes niños.

Fotos: protesta en Botorrita por la concesión del bar

Como parte del acuerdo, allí tenían una vivienda y descuento en la luz y en el gasoil, según explican desde el Consistorio. Pero la concesión volvió a salir a concurso público recientemente y la perdieron porque hubo una puja más alta que la suya: 6.000 euros de canon anual frente a los 4.700 que ofrecieron ellos. Tanto los vecinos como la propia familia son conscientes que ante eso poco se puede hacer, pero sí que confían en que el otro licitador reconsidere su propósito. 

"Son muy amables y atienden bien a la gente, el servicio es muy bueno. El casino solo cierra los lunes", detallaba María Pilar, una de las vecinas que no ha dudado en acudir a la concentración. Lamentaba que al perder el contrato la familia tendrá que marcharse del pueblo, porque en Botorrita "no tienen nada". Coincidía Isa Ramírez, peluquera en el municipio, al valorar lo "muchísimo" que Mariano y Teresa han aportado a esta población de la Comarca Central. "Se merecen todo el apoyo, es una cuestión de empatía", comentaba la joven. 

Incluso miembros del gobierno municipal han acudido a la concentración. "No es en contra del Ayuntamiento, porque es totalmente legal y la persona que va a coger esto dio más dinero, pero esperamos que se pueda retractar y retire la puja. Les apreciamos mucho en el pueblo y no queremos  que se vayan", resumía Conchi Berges, concejala del PSOE, que además temía que el próximo gestor se marche "después de cuatro meses", como les ha ocurrido en demasiadas ocasiones. 

Los propios Mariano y Teresa, que también han ido a la protesta, no podían más que agradecer la enorme muestra de afecto que les estaban regalando sus vecinos. "Se ve que están con nosotros y no estamos solos", aseguraban. Ambos lamentaban que sus hijos ni siquiera han acabado todavía el curso escolar en el pueblo, por lo que tendrían que marcharse con las clases a medias. Esperaban que los pliegos de la licitación hubieran tenido unas cláusulas sociales en las que se valorara este aspecto. "Nos merecemos algún punto por vivir en el pueblo y tener a los niños -declaraba Mariyan Veselinov-. La gente quiere que estemos nosotros". 

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Los padres de él, Radina y Vesco, que residen en María de Huerva pero pasan mucho tiempo en Botorrita, se mostraban "dolidos". "Trabajan como locos, sobre todo en verano, y no se merecen esto", lamentaban. 

Al grito de "Mariano y Teresa se quedan", "No nos moverán" y "Botorrita os da la mano", niños, mayores y personas de todas las edades han clamado por el futuro de esta familia. Después, todos se han reunido en el casino, que tendrán que abandonar en un plazo de quince días. "A esta ronda, invitamos nosotros", ha dicho Mariano como muestra de agradecimiento.