La convivencia entre el taxi, Uber y Cabify empeora en Zaragoza con denuncias a 40 VTC

El sector asegura que la situación se ha convertido “en un despropósito” y pide una regulación específica.

Uno de los vehículos de Cabify, en una imagen de archivo
Uno de los vehículos de Cabify, en una imagen de archivo
José Miguel Marco

La convivencia entre el sector del taxi y los conductores de Uber y Cabify se ha recrudecido en las últimas semanas con la ampliación de las flotas de VTC. Solo esta última empresa ha incrementado recientemente la suya un 35%, una decisión que no ha pasado desapercibida para la Asociación Provincial de Auto Taxi (Apatz).

Su presidente, Miguel Ángel Perdiguero, asegura que en los últimos meses han dado parte a la Policía Local y al Gobierno de Aragón de incumplimientos por parte de al menos 40 vehículos. “En dos hemos presentado incluso denuncia con fotografías. Ni siquiera llevaban matrícula azul”, explica.

De acuerdo con Perdiguero, la mayor parte de las sanciones se ponen a vehículos que no llevan las pegatinas que identifican la comunidad autónoma a la que pertenecen, están dando vueltas para recoger clientes cuando no lo tienen permitido o no introducen los servicios realizados en la web de control. “Están trabajando sin respetar las condiciones del decreto ley. Hemos llegado a pillar a alguna que estaba en ‘busca y captura’ y a gente que no llevaba seguro”, agrega.

El colectivo ha encargado un informe a un catedrático de Derecho para analizar qué podría hacerse para corregir esta situación. “Las VTC deberían estar reguladas con una ordenanza como la del taxi. No tiene sentido que, haciendo el mismo trabajo, no estén sujetas a unas tarifas o a unos festivos. Nosotros estamos hiperregulados”, afirma.

Los problemas se acentúan los fines de semana. “Entre semana apenas hay negocio en Zaragoza, pero los viernes y sábados salen, se alquilan en plena calle, no esperan los 15 minutos a los que están obligadas… Todo esto es lo que no se puede consentir”, critica. Estas situaciones se ven, sobre todo, en puntos como las zonas de fiesta del Casco Histórico. Perdiguero asegura que se conformarían con que Uber y Cabify “cumpliesen el decreto ley”. “Es un despropósito, pero no solo aquí. Está ocurriendo en toda España. Se están riendo del Ayuntamiento de Zaragoza, del Gobierno de Aragón y de la propia Policía. Se saltan a la torera hasta algo tan sencillo como llevar la pegatina identificativa”, lamenta.

Solo en 2023, recuerda Perdiguero, más de la mitad de los controles realizados por la Policía Local terminaron en denuncia, una situación que “ha ido a más” en estos primeros meses de 2024. El sector se mantiene “vigilante” y se muestra totalmente en contra de prácticas como la política de captación promovida por Uber a finales del pasado año, ofreciendo incentivos de 150 euros por los primeros 25 viajes a aquellos taxistas que pasasen a trabajar para la compañía.

Mejora el suministro de vehículos eléctricos

Más allá de la competencia con las VTC, el sector parece haber dejado atrás los problemas registrados en los últimos años a la hora de comprar coches eléctricos con los que renovar la flota, compuesta por 1.777 licencias. La “apuesta” de Tesla, que está enviando los pedidos “en dos meses o menos”, y el cambio de la ordenanza municipal para permitir la adquisición de vehículos de hasta cinco años de antigüedad ha “abierto el mercado” tanto en lo que respecta a la compra de híbridos como de coches 100% eléctricos, facilitando el acceso a vehículos seminuevos o de kilómetro cero.

La realidad actual poco tiene que ver con la de años como 2021 o 2022, cuando la crisis de componentes derivada de la covid-19 y los efectos de la invasión rusa de Ucrania provocaron retrasos de entre ocho y diez meses, obligando a apostar por medidas excepcionales como el citado cambio normativo ante las dificultades existentes, acentuadas a la hora de encontrar ‘recambio’ en caso de avería o accidente.

La situación llegó hasta tal punto que había incluso lista de espera para comprar un vehículo eléctrico. “Ahora tenemos entre 102 y 104 eléctricos puros, a los que habría que sumar entre tres y cuatro taxis adaptados”, apunta el presidente de Apatz.

La previsión es que en este 2024, como ocurrió también el pasado año, se ‘encarguen’ 20 más. “Tenemos pendiente de firmar el convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza, pero, en principio, hay una partida reservada de 200.000 euros. Hay compañeros que están preguntando ya de cara a las ayudas que puedan llegar en 2025”, añade Perdiguero.

Según admite, la compra de un vehículo eléctrico requiere de una “potente” inversión inicial -a partir de 40.000 euros en el caso de los Tesla más económicos-, ya que suelen ser vehículos de alta gama. “Pero al final, el ahorro es importante. La ayuda del Ayuntamiento supone una rebaja de 10.000 euros. Hay mucha gente que se está animando”, sostiene. Prueba de ello es el creciente número de taxis de la marca Tesla que se puede ver por las calles de Zaragoza.

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