Desalojados en Peñaflor en Zaragoza: "La crecida del Gállego viene al límite, pero hay tierra inundable antes de llegar a las casas"
Mario Pisco deja su casa en la urbanización El Soto del barrio rural en la cuarta avenida que afronta desde 2012.
¿Qué te llevas de casas cuando te desalojan por una crecida de un río que discurre junto a ella? Es la pregunta que se ha hecho este sábado Mario Pisco, que afronta la cuarta avenida del Gállego desde que vive en la urbanización El Soto del barrio rural de Peñaflor, en Zaragoza. La peor fue la de 2012. En aquella ocasión, recuerda, se quedaron "sin parte de contenido de la casa". De nada sirvió subir las cosas de valor, sobre todo sentimental, a la segunda planta.
En la de 2016 y 2018, ni siquiera tuvieron que marcharse pues el pico llegaba al mediodía. "Teníamos los coches cerca y vimos que la mota aguantaba", explica. La situación, en esta ocasión, cambia. La crecida llegará al barrio rural sobre las tres de la madrugada y el margen de actuación es por ello bastante más limitado,
Sobre las 16.00 se han marchado Mario, su pareja y sus dos hijos de casa. Si todo va bien, confían en poder regresar este domingo al mediodía. La alerta, en todo caso, finaliza a las 15.00. La clave está en saber si aguanta la mota. "La crecida está muy al límite. Lo lógico sería que aguante. Si no lo hace, no se comporta como un tsunami. Hay bastante terreno inundable antes de llegar a casa", detalla.
Como no es la primera vez que afrontan este problema (hubo crecidas en 2012, 2016 y 2018), han sido conscientes del aumento de caudal al comprobar los aforos del río a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Es mucho lo que ha llovido estos últimos días. "Cuando hemos visto el río y los datos de la CHE hemos hablado con la alcaldesa, Mamen López, y ella con la Unidad Verde y el 112", ha indicado.
Les han aconsejado el desalojo de forma preventiva. También hay una vaquería y una perrera pendientes de la evolución porque podrían verse afectadas por la crecida, que podría alcanzar entre 200 y los 380 m³/segundo a su paso por la capital.
