Encerrados en una nave de Monzalbarba para protegerla del Ebro: "La tierra se ha regado pero la mota aguanta"
Nacho Benito, Mariano Bailera y Fernando han pasado la noche "tranquilos" pero con la incertidumbre de si se rompería la mota.
"La noche ha sido tranquila". Así lo confirma Nacho Benito, que ha pasado la noche con su tío Mariano Bailera y Fernando, uno de sus trabajadores, encerrados en una nave agrícola de Monzalbarba para protegerla de la crecida del Ebro. Su principal incertidumbre era saber si la mota iba a aguantar. Y, de momento, según confirma Nacho Benito, lo ha hecho. Eso no quiere decir que no haya afecciones en los campos. "Las tierras están regadas, sobre todo, las que se encuentran en la zona más próxima al río", explica.
Con colchones y comida han dormido en la nave pendientes en todo el momento del Ebro: "Nos hemos quedado esta noche porque teníamos que controlar la mota". Y una vez que parece que ha pasado lo peor, su atención ahora está puesta en la velocidad a la que pasa el Ebro y en el tiempo que dura la crecida, porque de los dos factores van de depender sus consecuencias. Benito explica que si se declara la avenida como "extraordinaria" la cubre el seguro; si no alcanza el límite, que oscilaría entre los 1.500 y los 1.600 metros cúbicos por segundo, no.
En estos momentos, según sus cálculos, bajaría a unos 1.600. Esta es la misma cifra que al punto de la mañana ha ofrecido la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. "El Ebro creció ayer muy despacio, y esta noche lo ha hecho súper-deprisa. Hemos puesto marcas", detallan estos agricultores, que también se encerraron en las crecida de 2015, 2018 y 2021. ¿Han pasado miedo, sabiendo que el agua podría haber rodeado la nave? "Sabiendo el caudal no miedo. La única incertidumbre está en si la mota va a aguantar", indican.
Ahora tiene un ojo puesto en el Ebro y el otro, en los pronósticos del tiempo. Si volviera a llover con intensidad, la situación será complicada, porque si hay otra avenida podría tener más afecciones al están las motas "reblandecidas". En sus tierras, en estos momentos, si el nivel de crecida se mantiene mucho tiempo afectaría a las habas de consumo humano que tienen plantadas, que se pudrirían, al cereal y a la alfalfa, que estará lista en un mes.
A diferencia de lo ocurrido en anteriores ocasiones, el agua apenas ha afectado al núcleo urbano. "Va todo con normalidad se han llenado los aliviadero de Utebo y Alfocea, así que de momento, tranquilidad", ha indicado el alcalde de Monzalbarba, Joaquín Tiestos.
