tribunales
Segundo instituto de Zaragoza afectado por el acoso a chicas con fotos de falsos desnudos
Como en el caso destapado en Utebo, los cinco investigados en la capital aragonesa habrían usado una app de inteligencia artificial (IA) para 'desnudar' a nueve compañeras.
Nuevo caso en Zaragoza de fotografías de menores manipuladas con aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) para crear falsos desnudos que luego se distribuyen o comparten a través de Whatsapp u otras redes sociales. Según ha podido confirmar HERALDO, además del caso destapado por la Guardia Civil en un instituto de Utebo, denunciado por los padres de cinco chicas y por el que están encausados siete compañeros, la Policía Nacional tiene abierta una segunda investigación en la capital aragonesa.
Fueron también las familias de varias alumnas de un centro escolar público las que el pasado enero pusieron los hechos en conocimiento de la Jefatura Superior de Aragón. Lo hicieron después de que las menores contaran a sus padres que se estaban distribuyendo fotos suyas desnudas, cuando ni ellas se las habían hecho ni por lo tanto compartido. La Policía se puso enseguida a investigar y, tras una serie de averiguaciones, descubrió que las víctimas podrían ser hasta nueve chicas de entre 14 y 16 años.
Como presuntos responsables de la manipulación del material gráfico ha identificado a cinco compañeros, entre los que podría haber alguno que ni siquiera ha cumplido los 14 años, por lo que sería inimputable. Eso sí, en caso de que el asunto llegara a juicio y hubiera condena, sus padres podrían ser obligados a indemnizar también a las perjudicadas.
La Fiscalía ha abierto ya sendos expedientes para aclarar lo sucedido tanto en el instituto de Utebo como en el de Zaragoza, pero las pesquisas se hallan en una fase inicial y todavía no se ha adoptado ninguna medida cautelar con respecto a ninguno de los investigados. La Guardia Civil, en el primer caso, y la Policía Nacional, en el segundo, intervinieron a los chicos sus terminales móviles, que con la correspondientes autorizaciones judiciales serán ahora analizados en busca de pruebas.
El modus operandi se repite. Los autores de estas manipulaciones fotográficas acuden a las redes sociales de las víctimas -principalmente Instagram- y hacen capturas de pantalla de fotos que ellas mismas han subido. Por supuesto, en ninguna de estas imágenes las chicas aparecen sin ropa, pero los responsables de estos trucajes se sirven de aplicaciones de inteligencia artificial para conseguir falsos desnudos. En el caso de Utebo, los investigadores llegaron a descubrir que los 13 menores involucrados -hay seis menores de 14 años- no solo compartían estos montajes, sino que incluso los ponían a la venta entre sus amigos al precio de cinco euros por archivo.
A la espera de posibles medidas
Según fuentes consultadas por este diario, la complejidad de este tipo de ilícitos reside en identificar al autor de las manipulaciones. De ahí que sean ahora los especialistas en delitos tecnológicos quienes analicen los móviles de los encausados para ver si además de copias de las fotos manipuladas cuentan con alguna herramienta en forma de ‘app’ que sirva para obtener este tipo de material. Una vez conocido el resultado de estas averiguaciones, la Fiscalía podría volver a plantearse la adopción de medidas.
Por su parte, desde el Gobierno de Aragón, al tratarse de un asunto que afecta a menores y que está bajo investigación judicial, han preferido no comunicar tampoco si los centros escolares en los que estudian víctimas e investigados han tomado algún tipo de medida, como separación de aulas, expulsiones, etc.
La rapidez con que se están multiplicando las denuncias por este tipo de acoso escolar en distintas ciudades españolas empieza a activar las alarmas. Razón por la cual los especialistas de las unidades de Menores de la Policía y la Guardia Civil empiezan a coordinarse con la Fiscalía.
“Estamos ante un problema complejo. Un problema que está aquí y ha venido para quedarse. Hablamos de algo serio y por eso nos preocupa”, reconoce el fiscal jefe de Zaragoza, Felipe Zazurca. “Tenemos que tener muy presentes las graves consecuencias que pueden tener este tipo de actos sobre menores o adolescentes, chavales que no sabes cómo pueden responder ante una situación de acoso”, añade.
