TRIBUNALES

El hombre que asesinó a cuchilladas a su cuñado en Zaragoza se libra de otra condena

Bobo Keita fue acusado de quebrantar la orden que le impedía acercarse a su mujer, pero el juez le absuelve porque ella no estaba en el lugar del crimen.

El acusado, Bobo Keita, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, Bobo Keita, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Bobo Keita fue condenado hace escasamente un mes a 23 años de cárcel matar a cuchilladas a su cuñado, Alie Sidibeh, de 41 años, el 23 de junio de 2022 en las escaleras del inmueble de la calle de Don Pedro de Luna de Zaragoza donde residía la víctima. En ese domicilio había vivido también la mujer de Keita, a quien llevaba un año persiguiendo para que regresara con él a Calella, localidad barcelonesa de donde ella se había escapado junto con sus dos hijos huyendo de los malos tratos a los que la sometía.

Precisamente la denuncia por maltrato fue la que propició que un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Zaragoza emitiera en mayo de 2021 un auto que le prohibía acercarse a su esposa a menos de 200 metros o comunicar con ella. La orden no incluía expresamente la prohibición de aproximarse al domicilio de la mujer, lo que ha llevado a la titular del Juzgado de lo Penal número 8 a absolver al acusado. 

Este se enfrentaba a un año de prisión por un delito de quebrantamiento que iba a sumar a su condena por asesinato, pero la magistrada entiende que, a pesar de que se presentó en el domicilio de su cuñado -y lo asesinó- no ha quedado probado ni que la esposa residiera allí ni que estuviera en esos momentos en la vivienda, como mantuvo la abogada de Bobo Keita en esta causa, Soraya Laborda.

En la sentencia, la juez recoge que la mujer, en su doble condición de testigo y perjudicada, manifestó que cuando llegó a Zaragoza en mayo de 2021 se trasladó a casa de su hermano y que desconocía cómo Keita sabía que estaba allí, pero sí que él tenía muchos contactos. De hecho, la amenazaba frecuentemente con matarla a ella y a su hermano, aunque la mujer -de la que se estaba divorciando- también afirmó que cuando cometió el asesinato ella estaba en una casa de acogida. 

En el juicio por el crimen, un testigo clave declaró que vio al acusado salir del portal del inmueble y dentro a Alie Sidibeh desangrándose. Keita culpaba a su cuñado de su separación y ya le había anunciado que lo iba a matar.

Para la magistrada, no hay ninguna duda de que el 23 de junio de 2022 el acusado se dirigió al domicilio de su mujer, pero "no ha quedado acreditado que ella se encontrara allí". Es más -añade en el fallo- lo relatado tanto por ella como por el testigo "confirman que, efectivamente, no estaba allí". Considera que tampoco hay prueba alguna de que el acusado, recién llegado a Zaragoza desde Barcelona, conociera que ese era el domicilio de la denunciante, pese a que sí sabía que ahí residía su hermano.

No obstante, la sentencia hace hincapié en que, a pesar de todo lo anterior, la orden judicial no incluía la prohibición expresa de no aproximarse a menos de una distancia al domicilio de la mujer. "El acusado no podía acercarse a menos de 200 metros de la víctima, pero nada se decía de su domicilio o lugares frecuentados por esta como objeto específico de protección", señala.

De manera que, como expuso la letrada Soraya Laborda, Bobo Keita no quebrantó la prohibición ya que no ha quedado probado que se acercara a la que había sido su pareja. Y añade que las resoluciones deben contener con precisión y la mayor escrupulosidad los requisitos precisos para que sean comunicados a los encausados y cumplan estrictamente lo que figura en las órdenes.

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