La entidad Stop Ruido ha denunciado este viernes lo que, según aseguran, supone una "desprotección" de los Bienes de Interés Cultural (BIC) ubicados en el Casco Histórico por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. Reclaman al gobierno municipal que proceda a la "racionalización y dignificación de los espacios públicos" situados en los entornos de estos elementos y que "cumpla y haga cumplir la normativa que los protege". Se refieren sobre todo a las terrazas u otro tipo de mobiliario que tras su instalación entorpecen el tránsito por esta zona o la visualización de los edificios o monumentos protegidos. 

Desde la asociación explican que elevaron sus quejas a la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de Zaragoza, que en una resolución del pasado 30 de noviembre determinó que en los alrededores del Mercado Central y, entre otros, las plazas de San Felipe y Santa Cruz se estaban produciendo algunos incumplimientos. 

En concreto, en el escrito este organismo expone que no necesitan autorización cultural "las actuaciones de carácter estrictamente temporal que supongan la colocación de elementos muebles sin anclajes". En todo caso, indica que no podrán colocarse adosados o apoyados a los Bienes de Interés Cultural y que habrá que retirar todos aquellos elementos (como cableado, bombillas o mobiliario) cuando finalice el evento concreto para el que han sido instalados. 

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Sin embargo, y a esto aluden desde Stop Ruidos, en el entorno de los espacios mencionados se encuentran elementos que "han devenido en permanentes". Por ello, la Comisión de Patrimonio solicita al Ayuntamiento "que proceda a la racionalización y dignificación de los espacios públicos situados en el Casco Histórico y en los entornos de BIC", en los que, añade, "se pueden observar cerramientos para terrazas efectuados con jardineras u otros elementos que devienen en permanentes, apilamiento de mobiliario o suciedad". 

Asimismo, instan a regular "el uso de dichos espacios de manera que recuperen su uso de espacio público y respeten la visualización de los Bienes de Interés Cultural que contienen y el carácter del área que conforma su entorno". 

Como ejemplo, mencionan concretamente "la colocación permanente de un quiosco y varios conjuntos de sillas apiladas y encadenadas en el entorno del Mercado Central, bajo la pérgola situada en la avenida César Augusto entre las calles Torre Nueva y Olmo, que prácticamente suponen un cerramiento que impide el paso y la visual" de la histórica lonja.