Casco Histórico, Delicias, Oliver, San José y Las Fuentes concentran el 60% de las peticiones de ayudas de urgencia de Zaragoza

Más de 14.000 familias se beneficiaron el año pasado de los fondos que destinó el Ayuntamiento a cubrir gastos básicos.

Solicitudes de ayuda de urgencia por barrios.
Solicitudes de ayuda de urgencia por barrios.
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El encarecimiento de la cesta de la compra disparó el año pasado las solicitudes de ayudas de urgencia. Unas 14.095 familias de Zaragoza, un 3,56% más de las que lo hicieron en 2022, recurrieron a ellas, y recibieron, de media, 313 euros, algo más de los 296 del año anterior. La cifra se ha disparado un 20% desde 2019, un incremento que desde el Consistorio zaragozano achacan a la inflación. Cuando el precio del aceite de oliva se dispara, con botellas de litro que se venden a 11 litros con precintos de seguridad para evitar robos, quienes más sufren son las familias con rentas más bajas. En la capital aragonesa se registra  el mayor volumen de peticiones de ayuda en los distritos más humildes, con unos ingresos medios anuales por persona que se quedan por debajo de los 13.500 euros.

Los centros municipales de servicios sociales (CMSS) de la capital aragonesa recibieron en total 48.014 solicitudes. Casco Histórico, con 8.851 peticiones entre San Pablo y La Madalena; Delicias, con 7.865; Oliver, con 5.513; San José, con 4.175, y Las Fuentes, con 3.247, concentraron seis de cada diez peticiones presentadas ante el Consistorio. Fueron Miralbueno y Santa Isabel, por contra, los distritos en los que menos solicitudes se recogieron, con 424 y 896, respectivamente. 

En los barrios rurales se registraron, en total, 2.812 peticiones, algo más del 5,8% del total de Zaragoza, y se tramitaron principalmente en Casetas (1.303), Garrapinillos /438) y Montañana (236). Alfocea (9), Villarrapa (14), San Gregorio (31) y Peñaflor (47) registraron la cifra más baja. 

El importe total que se destinó a las ayudas de urgencia se disparó hasta los 13,9 millones de euros,768,0900 más que el año anterior, y más del 70% se destinó a gastos de alimentación, cerca de 8,3 millones de euros. Son precisamente los gastos para comida los que se conceden de forma más ágil, con una espera media entre la petición y la concesión de 2,25 días. La concejala de Políticas Sociales, Marian Orós (PP), detalla que "la inflación está afectando a la capacidad ya limitada de las familias más vulnerables para asumir los costes mínimos vitales".

Lo confirma, a pie de calle, Laureano Garín, exconcejal socialista y presidente de la Asociación de Vecinos Cívitas de Las Fuentes (calle Leopoldo Romeo, 30), una entidad que el año pasado repartió 101.000 kilos de comida entre los más necesitados del barrio. Se nota la subida de la cesta de la compra. Y no poco. "Está pegando fuerte y es un problema estructural. A las familias que a duras penas llegan a fin de mes, con trabajadores pobres, se suman personas que están llegando de Colombia y Venezuela, en algunos casos sin tener siquiera el certificado de exclusión social", explica Garín. 

Desde su asociación, se ha cifrado en alguna ocasión en 1.300 las familias de Las Fuentes que pasan hambre. Y en una de sus últimas campañas están repartiendo packs de 4,5 kilos de comida que preparan a partir de 7.000 kilos de salsa de tomate donada, 2.280 kilos de arroz y 2.500 de pasta, conseguidos con los fondos de Cívitas.

Desde Civitas reparten, también, becas de comedor y de libros. Aunque comenzó como una entidad lúdica hace 34 años, durante la covid intensificó su labor social y 25 voluntarios, unos autóctonos y otros de fuera, colaboran para apoyar a los vecinos que demandan su ayuda. Incluso han tenido programas de desayuno para los escolares de los centros públicos del barrio, donde colaboran, incluso, los profesores.

Ayudas para el alquiler

Aunque las ayudas de alimentación se llevan el 70% del presupuesto municipal consignado, la subvención llega a varios conceptos más. Figuran, entre ellos, las ayudas para el comedor escolar, que crecieron un 5,43% el año pasado; para el material escolar, con un aumento del 6,9%, la salud bucodental, con un 8,81% y los de óptica, que crecieron un 17,52%. 

La concejala Marian Orós hizo hincapié, también, en el gasto en vivienda. "La moderación del precio de los suministros y la estabilidad relativa al coste de la vivienda en Zaragoza, en comparación con las grandes ciudades de España, no compensa la inflación generalizada , que también aumenta en transporte o enseñanza", advirtió. 

Los plazos de entrega de las ayudas son más amplios en los gastos médicos, de suministro y de vivienda. Para las ayudas en ortopedia hay que esperar siete días, para el gas, ocho  y para electricidad, 8 también, demoras, en todo caso, que se han rebajado respecto al año anterior. 

Las mayores se registran en la subvención para la compra de audífonos, que requiere una espera de 22 días, en las bucodentales (20), las de guardería (16,1) y las de gastos de comunidad (16). 

El presupuesto para ayudas urgentes del Ayuntamiento no ha dejado de crecer. De 10,9 millones en 2021 pasó a 13,1 millones en 2022 y, de ahí, a los 13,9 millones de gasto el año pasado. La partida reservada, que se elevó a 15,4 millones, se ejecutó al 90%, lo que confirma, a juicio de Orós, que con este sistema "toda aquella familia zaragozana que lo necesita tiene el apoyo desde los servicios sociales del Ayuntamiento". El elevado grado de ejecución confirma, en su opinión. que el dinero reservado es "adecuado, y está muy cercano a la realidad de las necesidades sociales que se han planteado".

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