Los trabajadores del bus urbano de Zaragoza piden reducir su jornada a siete horas y una subida "del IPC más un 3%"

El comité presentó ayer a la plantilla sus peticiones de cara al nuevo convenio, que iría hasta 2026, según la propuesta de los sindicatos.

Los trabajadores de Avanza, en una de las asambleas informativas celebradas en 2022
Los trabajadores de Avanza, en una de las asambleas informativas celebradas en 2022
Guillermo Mestre

Los trabajadores del bus urbano de Zaragoza piden reducir su jornada a siete horas y una nueva subida salarial "del Índice de Precios al Consumo (IPC) más un 3%". Se trata de las principales reivindicaciones que recoge la plataforma presentada a Avanza por parte del comité en el marco de las negociaciones del nuevo convenio. El documento, aprobado por los sindicatos por unanimidad, se dio a conocer ayer a la plantilla en una doble asamblea, en horario de mañana y tarde, en la sede de CC. OO.

El presidente del comité, José Manuel Montañés, aseguró que el texto recoge "los puntos fundamentales que se quedaron fuera del anterior convenio", que se cerró tras 650 días de conflicto con un incremento equivalente al 75% de la suma de los IPC de 2020, 2021, 2022 y 2023 y descansos de fines de semana completos para el 50% de la plantilla. La subida salarial fue uno de los puntos que más tensionó la última negociación, con paros parciales que volvieron a provocar esperas de más de 20 minutos en las paradas en verano y fechas señaladas como el día del Pilar.

Con esta nueva petición, los conductores pretenden recuperar el poder adquisitivo perdido como consecuencia de la inflación. Entre los puntos que volverán a ponerse sobre la mesa está el registro de jornada. La plantilla insiste en la necesidad de "fichar a la entrada y la salida" para controlar el número de horas extra –una reivindicación que no lograron ‘atar’ la pasada negociación– y pide más avances "en materia de igualdad". También reclama que los pluses "vayan al salario base y coticen como tal". "La reducción de jornada se podría abordar de muchas formas. Se puede tocar el número de días, el horario... Hay que tener en cuenta que este servicio está operativo los 365 días y que, al final, lo que cuentan son las horas que se hacen al cabo del año", expuso.

El comité ha propuesto que el nuevo convenio tenga una vigencia de tres años: entre 2023 y 2026. "Esto es solo la plataforma inicial. Seguramente se moverá muchas veces", remarcó Montañés. El problema, en su opinión, es que "con el convenio anterior a estas alturas ya se habían producido cuatro reuniones". "Lo denunciamos en diciembre y en estos dos meses solo llevamos una en la que se ha configurado la comisión negociadora. Se está perdiendo demasiado tiempo, y si vemos que esto no se corrige tomaremos las medidas que haya que tomar. No vemos lógico que no sepamos cuándo es la siguiente reunión y que la empresa viniera a la única que ha habido con las manos en los bolsillos, es algo que nos preocupa bastante. Creemos que su táctica negociadora consiste en la dilatación, pero esta vez no lo vamos a consentir. Lo cortaremos de raíz", advirtió.

Reuniones en cocheras

Las siguientes reuniones se celebrarán en las cocheras de Avanza, sin tener que llegar, por ahora, al Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). El director de Avanza, Guillermo Ríos, hizo ya un llamamiento a finales de diciembre para acabar "con la cultura de la amenaza constante" y abordar las negociaciones desde el diálogo. Los dos últimos amagos de huelga por las frecuencias de los autobuses y la "falta de visibilidad" del modelo eléctrico de Irizar se sofocaron adelantando el calendario de cambios e instalando nuevas cámaras para mejorar los ángulos de visión.

Está por ver, sin embargo, si esta nueva negociación se cierra sin incidencias o termina provocando afecciones al ciudadano como viene ocurriendo históricamente con cada convenio.

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