Revés a la conversión de la Celda del Prior de La Cartuja en un albergue de peregrinos

La adjudicación de la rehabilitación del histórico edificio queda desierta y el Ayuntamiento de Zaragoza deberá licitarla de nuevo.

Proyecto de renovación de la Celda del Prior.
Proyecto de renovación de la Celda del Prior.
Ayuntamiento de Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza tendrá que volver a sacar a licitación la rehabilitación de la Celda del Prior en La Cartuja, una de las obras incluidas en el plan de recuperación que tiene asignados fondos de la UE y un presupuesto de 1,4 millones y un plazo de ejecución de diez meses. En la primera convocatoria, la actuación, a la que se podía optar del 6 de diciembre al 3 de enero, ha quedado desierta. Se ajustan, con ello, los plazos de una obra que se preveía que estuviera terminada este mismo año.

Desde la Dirección de Arquitectura municipal consideran que el precio es correcto y ajustado al mercado y que se trata de una "urgencia social" en el entorno, cuya ejecución daría respuesta a una demanda vecinal.

Sostienen que la causa para que no se hayan presentado propuestas se debe a que el periodo para registrarlas ha coincidido con varios festivos nacionales (puente de diciembre, Navidad y Año Nuevo) y a los días de ajuste del convenio de la construcción y las obras públicas.

El contrato, por ello, se volverá a publicar y los licitadores dispondrán de 26 días naturales para presentar sus propuestas, según el expediente que aprobó ayer el Gobierno de la ciudad.

La antigua Celda del Prior, que está sin uso en la actualidad, está catalogada por su interés monumental y es Bien de Interés Cultural. Fue edificada entre los años 1651 y 1674, bajo el primer priorato de Antonio Gascón, y reformada y ampliada a partir de 1767-1770 ya que se consideraba “la más melancólica y desacomodada de toda la casa”. Se compone de dos edificios contiguos independientes: el más grande es de titularidad privada y el segundo es de propiedad municipal, y está situado en una parcela de 635 metros cuadrados.

La intervención, para la que se captaron más de 562.000 euros de fondos europeos, pretende dotar al barrio rural La Cartuja Baja de un centro intergeneracional y de un albergue de peregrinos que permitan actividades multidisciplinares todos públicos, capaces de generar una red de conexiones interdependientes a nivel comunidad. La gran duda son sus plazos, pues el fin de obra previsto, de forma inicial, estaba fijado en el 30 de septiembre de 2024 y con 10 meses de ejecución no se cumpliría.

Su historia

Antiguamente, en esta celda vivía el prior, director tanto espiritual como material del grupo de monjes. Se situaba en el tramo más cercano a la entrada del claustrillo y al patio de acceso al conjunto, porque el prior tenía que encabezar las ceremonias de entrada a la iglesia y a los demás locales conventuales y así los huéspedes que fueran a visitarle podían acceder de manera más directa, sin perturbar el silencio. Tenía alcoba, salón de estudio, comedor y un pequeño oratorio.

En la actualidad, son dos edificios contiguos independientes. El de mayores dimensiones es particular y se encuentra completamente transformado siendo actualmente una vivienda y un restaurante. El segundo es de propiedad municipal.

Entre las curiosidades que recoge la ficha del Ayuntamiento sobre la Celda del Prior figura que el Estado Mayor francés sitúo durante un tiempo su cuartel general en la Cartuja de la Inmaculada Concepción durante el segundo sitio. Se cree que el duque de Abrantes, Jean-Andoche Junot, máxima autoridad, se instaló en esta casa del Prior. Cuando Napoleón le relegó a un segundo plano, Junot no se unió al nuevo Estado Mayor trasladado a Casablanca y permaneció en la Cartuja.

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