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Bendición de animales por San Antón en Zaragoza: "Que le dé salud a mi perro, se empieza a poner malito"
Alrededor de 300 personas acuden con sus mascotas a San Pablo, única parroquia de la ciudad donde se continúa con esta tradición.
En los últimos días, José María Royo, vecino de La Almozara y dueño de la famosa burra Chenoa, ha recibido más de una llamada preguntándole si iba a bajar este miércoles a la bendición de las mascotas con motivo de San Antonio Abad -patrón de los animales-, que tradicionalmente se celebra en la iglesia de San Pablo y en las calles aledañas del Gancho. Y, por quinto año consecutivo, no ha faltado a la cita, al igual que otros muchos zaragozanos.
"Da mucho ambiente que la traiga. Tiene 20 años y nos hace compañía a mí y a mis nietos. Mucha gente acude al huerto que tenemos para verla. Y que la bendigan nos da salud a los dos; de momento, estamos fuertes", comentaba Royo, mientras muchos curiosos se acercaban a saludar a Chenoa antes de que Ángel Lahuerta, párroco de San Pablo, comenzara a echar el agua bendita a los animales.
Como recordaba el cura, la de San Pablo es la única parroquia de la ciudad donde se continúa con esta tradición. "Estamos unidos en una tradición muy antigua y también a la cofradía de San Antón. Tradicionalmente los animales eran el medio de vivir, de trabajar los campos y de sobrevivir las familias. Ahora son más animales de compañía", señalaba Lahuerta, que lleva un año en la parroquia. "San Antón les da su bendición y su protección para que nos sirvan de compañía y nos ayuden", indicaba.
Susana ha llevado a su perro Otto, de casi 10 años, para que le proteja porque lleva ya varias operaciones. "Que San Antón le dé salud. Es mayor y se empieza a poner malito", explicaba esta zaragozana junto a sus dos hijas, que le acompañaban. "Venimos los que hemos podido tener fiesta en el trabajo", añadía.
Alrededor de 300 personas acudían al mediodía a la plaza de San Pablo con sus mascotas, sobre todo perros, algunos gatos y un conejo (más Chenoa). Este año no se han visto pájaros ni iguanas ni hurones ni otros animales. "Para ser un día laborable hay mucha gente. Y eso que decían que iba a llover", observaba un habitual a la cita.
Para la joven Marcela, esta era la primera vez que sacaba de casa a su coneja, de 2 años. "Me he enterado por mi jefe de que era el día de los animales. Espero venir más años y que el santo le dé salud para que comparta más tiempo conmigo y mis hijos", decía.
También eran nuevos en esta tradición la familia Ojeda Gaudioso, que hace dos años y medio adoptó a Josh, un can mestizo. "Lo cogimos cuando era cachorro de la protectora 'Las reinas del biberón', en Alicante. Lo abandonaron nada más nacer. Es un miembro más de la familia y muy bueno", destacaba la pareja. El llevarlo a bendecir lo consideran un acto de agradecimiento. "Somos cristianos y tenemos un hijo infante del Pilar. Supone presentarlo a san Antón y decirle que él ha encontrado una familia y nosotros una compañía. Darle las gracias".
"Como experiencia merece la pena vivirla", resaltaba Noelia, dueña de Peluca, una perra de 7 años muy suya. "Se lleva falta con otros perros", advertía mientras de fondo no faltaban los ladridos. También eran habituales los vivas a San Antón entre los presentes.
Un hamster de peluche
Hasta hace no mucho, Inés vivía en el barrio y solía ver la procesión que, precedida por la Policía Local de Zaragoza a caballo, recorre cada año un breve itinerario al término de la misa. En esta ocasión, tampoco se lo quería perder y se acercaba con sus dos hijos, Martín, de 3; y Yann, de 10. El más pequeño portaba un hamster de peluche dentro de una jaula de juguete. "Aquí pueden ver animales que de otra forma no conocerían. Quiero que mis hijos sepan que hay que cuidarlos y protegerlos", afirmaba esta mamá zaragozana, que informaba de que tiene dos gatas. "No las hemos traído porque se iban a poner muy nerviosas".
Mientras Merche Gil y Ederlinda Royo -dueñas de dos bichones malteses de dos años- no se perdían la misa y la bendición de sus perros (Rocky y Miguelito). "Es su fiesta y hace ilusión traerles", decía la primera. A lo que Ederlinda añadía: "También lo hacemos para que se relacionen con otros perros de Zaragoza y ver al santo".
Y en el caso de Santiago es la primera vez que tiene una mascota: Bruma, una schnauzer de 4 meses. "Me he enterado de que era san Antón y he dicho: 'Vamos a empezar bien'", resaltaba.
La festividad de san Antón -que este 17 de enero ha caído en miércoles- comenzaba a las 11.00 con un misa en el altar mayor de la iglesia de San Pablo a cargo de Antonio Lahuerta, quien recordaba la historia del santo y lo antiguo de esta tradición. Posteriormente tenía lugar la procesión por las calles de San Blas y Broqueleros y, después a las 12.00, la bendición de las mascotas. Y, como colofón, uno de los presentes cantaba una jota improvisada, cuya letra inventada decía: "Bendice nuestro ganado y conserva nuestro pueblo. Viva san Antón bendito".
