Un ejército de pajes reales deja su rastro en Zaragoza esta noche de Reyes

Más de 450 regalos han llegado, de manera solidaria, a las manos de niños y personas mayores de la capital aragonesa.

Entrega de juguetes de 'Reyes Magos de verdad'.
Entrega de juguetes de 'Reyes Magos de verdad'.
C.I.

¿Alguna vez se ha preguntado qué pasa con aquellas personas de quienes nunca se acuerdan Papa Noel ni los Reyes? Para tratar de dar una respuesta, hace más de una década surgía la iniciativa ‘Reyes Magos de verdad’ con el objetivo de repartir la ilusión entre niños y personas mayores en situación de vulnerabilidad de toda España.

Gracias a ellos, y a su delegación aragonesa -que surge en 2020-, más de 450 regalos han llegado a manos de 327 niños y 134 ancianos de Zaragoza, en esta jornada especial y cargada de magia.

Su artífice, Cristina Lozano, Reina Maga y coordinadora del proyecto en Aragón, explica que no se trata de un regalo cualquiera, sino que son ellos, las personas que reciben cada presente, quienes, a través de sus propias cartas comparten semanas antes sus deseos, sueños e ilusiones con los más de 300 pajes que este año se ha sumado a la aventura.

Gracias a estos Reyes Magos de carne y hueso muchas de estas personas han podido cumplir sus sueños: “A estos voluntarios los denominamos pajes reales, y a cada uno de ellos se les han adjudicado tres niños o tres deseos, con un precio de entre 25 y 35 euros por regalo”.

Los niños reciben los regalos con mucha ilusión.
Los niños reciben los regalos con mucha ilusión.
C.I.

¿El objetivo? “Tratar de mantener vivo el espíritu de la Navidad, a pesar de todo”, afirma la zaragozana. La idea surge en Madrid hace 15 años de la mano de un grupo de voluntarios que escucharon a una niña en un centro de acogida diciendo: “Para qué voy a escribirles, si nunca recibo lo que pido”. Así surgiría la idea de volver a traer la ilusión a quienes parecían haberla perdido. Y hoy, para conseguirlo, son casi 80 Reinas Magas coordinadoras de en torno a 15.000 pajes en toda España, repartiendo más de 18.000 regalos en 2022, cifra que esperan superar este año.

“En muchas ocasiones nos encontramos con personas muy olvidadas que no reciben cariño, a quienes nadie escucha y que ya no creen en nada, y ver que un Rey Mago les presta atención y les trae algo que de verdad desean, es lo que produce la magia”, reivindica Lozano.

Para activar la iniciativa en Zaragoza, Lozano cuenta con el apoyo de YMCA y con las Hijas de la Caridad, organizaciones  que trabajan con niños en riesgo de exclusión. “Cuando les expliqué el proyecto les encantó la idea”, rememora la coordinadora. Este año se sumaban además la residencia de Delicias de la Fundación Rey Ardid.

Pero, ¿cómo es eso de convertirse en paje o Rey Mago durante un día? A lo largo del mes de diciembre se distribuyen las cartas recibidas entre los voluntarios, a los cuales se les da la opción de elegir entre uno de los tres regalos que han escrito. La zaragozana asegura que este año han recibido solicitudes de todo tipo.

“Hay niños que te piden todo el catálogo; otros, la muñeca que está de moda; otros una sartén, porque la que tienen sus papás no tiene mango y se queman los dedos al cocinar. También material escolar o sacos de dormir, porque a lo mejor viven en una casa tres familias, y en la habitación solo hay una cama y los demás duermen en el suelo”, afirma.

Cartas, asegura que “tocan el corazón”. “Son cartas escritas a mano, por cada uno de ellos, llenas de sentimientos, que muchas veces reflejan vivencias y hacen a cada paje desear que llegue este momento y repetir cada Navidad”, reconoce Lozano.

Y eso que desde 2021 el número de participantes no ha hecho más que crecer, pasando de 170 niños en 2021 a la cifra actual. “Como novedad, este año hemos querido llegar a personas mayores, pues creemos que es un colectivo también muy olvidado”, explica.

Seguir creyendo en la magia

“Algo muy importante es que nosotras seguimos creyendo en la magia de cada Navidad. Una magia que se ve de manera distinta, según el momento de la vida de cada uno. Para un niño de 4 o 5 años es fascinante tener un pijama, ¡ni pensar los saltos de alegría que puede producir un juguete como los que salen en los anuncios!”, afirma la zaragozana. Algo que cambia para un adolescente que no ha tenido las cosas tan fáciles.

“Muchos creen que no le importan a nadie y, de repente, les llega un regalo perfecto de alguien que no conocen de nada. Una persona que se ha preocupado de buscarle lo que más quería. El cambio es espectacular”, admite. Una magia que se repite con las personas mayores. “Para alguien que se siente solo, recibir un detalle y saber que alguien ha pensado en ellos y en su felicidad por un día, es lo más tierno del mundo. Con muy poco esfuerzo podemos hacer inmensamente felices a muchas personas”, concluye la Reina Maga de carne y hueso, que amenaza por volver al año que viene, y seguir creciendo. 

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