Tribunales

Un juez de Zaragoza manda investigar al novio de la joven ebria que acabó en las vías del AVE

El accidente se produjo la noche de Halloween y obligó a interrumpir el tráfico ferroviario.  

Las vías del AVE, en una imagen de archivo
Las vías del AVE, en una imagen de archivo
José Miguel Marco

El Juzgado de lo Penal número 7 de Zaragoza acaba de condenar a la joven que el pasado 31 de octubre conducía ebria y sin carné cuando se salió de una curva, ‘voló’ sobre una acequia y terminó con su coche en medio de las vías del AVE. Consciente de que acusada era reincidente, parece que su novio intentó autoinculparse y convencer tanto a la Policía Local como al juez de que era él quien iba al volante cuando se produjo el accidente. Pero lejos de conseguir una sentencia absolutoria para su pareja, posiblemente él acabe también sentado en el banquillo de los acusados, ya que el magistrado ha ordenado que se le investigue por si hubiera incurrido en un delito de denuncia falsa o de falso testimonio.

El suceso se produjo la noche de Halloween sobre las 23.30, cuando el Peugeot 307 de color rojo de P. C. M. circulaba por el camino de San Antonio en dirección hacia la finca de Las Flores. Por causas que se desconocen pero que posiblemente estén relacionadas con la gran ingesta de alcohol de la conductora, esta fue incapaz de trazar una curva y acabó en la línea del AVE Madrid-Barcelona. Ni siquiera la valla de protección que discurre en paralelo a las vías consiguió frenar la inercia del coche.

El puesto de mando del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) detectó enseguida una anomalía a la altura del punto kilométrico 313,330, por lo que envió allí un equipo de mantenimiento. Todo apuntaba a un fallo eléctrico o un nuevo robo de cable, pero lo que se encontraron los operarios al llegar fue un vehículo cruzado en los raíles. El turismo estaba sobre la vía número 3 e invadía el espacio de seguridad de la contigua, por lo que se hizo necesario cortar el tráfico ferroviario.

Como recuerda la sentencia, dos técnicos del Adif vieron salir del puesto del conductor a la mujer, lo que comunicaron a la Policía Local. En un primer momento, el novio de esta dijo que él era el copiloto, negándose a identificar a la persona que conducía. «Pese a que la conclusión caía por su propio peso, pues no había nadie más que él y su pareja en el lugar», indica el magistrado. «Sin embargo –añade–, tras mantener una conversación con su abogada, cambió de versión y sostuvo que conducía él, reconociendo ante los agentes que lo decía para evitar que ella fuera a la cárcel».

Durante la instrucción del atestado se supo que P. C. M., a la que defiende la letrada Carmen Sánchez Herrero, había sido condenada el 20 de julio por dos delitos idénticos: conducir bebida y sin carné. Al tratarse de una reincidente, parece que su novio temió un castigo severo. Por eso, la primera vez que llamó a la Policía tras el accidente dijo que les habían robado el coche, para después intentar hacerse pasar por el conductor.

De momento, la condena le supone a ella la pérdida del carné, así como multas por un total de 6.240 euros, a los que habrá que añadir los 3.829 que habrá que habrá de abonar al Adif por los daños causados en la infraestructura.

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