urbanismo

El cubrimiento del Huerva en el paseo de la Constitución, a examen

El Ayuntamiento destinará 18.000 euros a una inspección para comprobar el estado de la estructura sobre la que hace décadas se asienta el bulevar.

Las obras de cubrimiento en 1969 y el estado actual de la estructura, cuando el río vuelve a emerger detrás del colegio Corazonistas.
Las obras de cubrimiento en 1969 y el estado actual de la estructura, cuando el río vuelve a emerger detrás del colegio Corazonistas.
Heraldo

Sabido es que el río Huerva cruza el corazón de Zaragoza soterrado. Se esconde a lo largo de 1,2 kilómetros, más o menos, entre Gran Vía y Cesáreo Alierta. La corriente permanece oculta bajo el asfalto gracias a una infraestructura cuya primera piedra se puso en 1924. La zona de Constitución comenzó en 1931 y no se acabaría hasta 1970, pero quedó ajena a la renovación que brindaron las obras del tranvía, que adecentaron en parte las estructuras.

Este "en parte" hace referencia a que sí se arregló el área de Gran Vía, pero se dejó para más adelante la mejora del cubrimiento en Constitución. De hecho, se confió en que sería con las obras de la línea tranviaria este-oeste cuando se acometerían esos trabajos para "subsanar posibles deficiencias de la infraestructura" sobre la que se construyó el actual bulevar con sus parterres, sus fuentes, sus bancos…

Obras en el paseo de Marina Moreno (hoy Constitución) en 1975.
Obras en el paseo de Marina Moreno (hoy Constitución) en 1975.
Heraldo

Dado que la línea 2 de tranvía ni está ni se la espera, el Ayuntamiento acaba de sacar a licitación un contrato con el objetivo de hacer "una inspección especial de la estructura del cubrimiento del Huerva entre la plaza Paraíso y la calle Isaac Peral". Se van a destinar 18.148 euros para estudiar en profundidad lo que ya se ve a simple vista: hay losas que presentan humedades, algunas vigas prefabricadas tienen tímidas grieta, abundan las manchas de óxido, algunos estribos están erosionados…

No hay nada que seriamente comprometa la seguridad, pero sí hay mucho que urge adecentar para ‘dignificar’ este tramo del Huerva y que el río se aleje definitivamente de la imagen de vertedero urbano que le ha acompañado durante décadas.

"La verdad que una no piensa en que, de pronto, el río desaparece al pasar junto al centro de mayores Laín Entralgo y no vuelve a surgir hasta la zona del puente de los Gitanos", comentaba esta semana Lucía Baigorri, vecina de la calle de Coimbra. Para ella, como para muchos otros zaragozanos, fue una sorpresa cuando en 2009 se ‘destapó’ el río en Gran Vía y se especuló, incluso, con que se pudiera dejar al descubierto y hacerlo navegable. "Tendría que haber una apuesta por recuperar el Huerva y sus riberas. El área del Canódromo está llena de maleza y en el cauce se ven un montón de estructuras de hormigón que no se sabe a qué responden", decía Baigorri.

Algunos de los desperfectos en el cajón de hormigón que permitió el cubrimiento.
Algunos de los desperfectos en el cajón de hormigón que permitió el cubrimiento.
Idom/Typsa

Una cosa es el cubrimiento del río y otro el plan director llamado a arreglar toda su ribera, pero ambos llevan años durmiendo el sueño de los justos. Según se lee en la ficha técnica del contrato que acaba de licitar el Consistorio, la empresa que se haga cargo de la inspección tendrá tres meses para presentar sus conclusiones. El servicio de Conservación de Infraestructuras analizará el informe y, entonces, se actuará en consecuencia. 

En el propio pliego de condiciones se cuenta la historia del cubrimiento del Huerva y se explica que hace cien años existían dos puentes en lo que hoy es la plaza de Basilia Paraíso que "quedaron incorporados a los cubrimientos". En el año 1997, dada la antigüedad de la estructura y su continuo sometimiento a humedades, "se detectaron deterioros” que se solventaron con "estructuras de refuerzo" en los años 2009 y 2010 con la ejecución de las obras del tranvía. 

El análisis de las vigas con tecnología láser y 3D.
El análisis de las vigas con tecnología láser y 3D.
Idom/Typsa

Para la década posterior se planeó el anteproyecto de la línea 2, que incluía estudios técnicos completados por las empresas Idom-Typsa en 2015 con inspección mediante tecnología láser (levantamientos topográficos en 3D) del estado del cubrimiento en la zona de Constitución y hasta el paseo de la Mina. "Se puede comprobar que el estado de la estructura en algunos tramos es bastante deficiente", dice el Ayuntamiento. Lo que ahora se plantea no es un "examen visual" sino una "evaluación de daños" para conocer "el alcance y la trascendencia de algunos desperfectos, particularmente en las vigas". Se medirán los valores de la resistencia del hormigón y la calidad del acero y se prestará atención, por ejemplo, a las "patologías de la estructura".

El puente de los Sitios, ya cerca del parque Bruil.
El puente de los Sitios, ya cerca del parque Bruil.
Heraldo

"Cuando se cubrió, hace unas cuantas décadas, el río era visto como un estorbo para el crecimiento de la ciudad, pero hoy habría que replantearse esa idea", comenta la arquitecta María Rosa Sanz. La experta recuerda cómo en 2009 se cambiaron las 180 vigas de Gran Vía, de 21 toneladas cada una, y "apareció el río como un regalo". La luz chocaba contra el agua por primera vez en 85 años, si bien pocos meses después el hormigón devolvió al Huerva a su invisibilidad.

Un antiguo molino

La curva del paseo de la Constitución imita los trazos del Huerva en los 506 metros que distan hasta Cesáreo Alierta y es en ese túnel donde ahora se sufren achaques y el Consistorio quiere dar un repaso. Las obras para cubrir esta zona comenzaron en 1931 y, entre unas cosas y otras, habría que espera a 1970 para estrenar el ‘encajonamiento’ de los otros 187 metros hasta que el río sale a la luz en Corazonistas. "Cuentan que allí había un antiguo molino, y algunas de las estructuras, hoy cubiertas por restos de crecidas y riadas, pueden ser de aquella construcción", explica Sanz.

Una pasarela junto al río, nada más reaparecer en Cesáreo Alierta.
Una pasarela junto al río, nada más reaparecer en Cesáreo Alierta.
Heraldo

En los estudios llevados a cabo por Idom se concluyen que los muros y cimentaciones que facilitan el cubrimiento están en buen estado de conservación, pero "la armadura inferior sufre grados de oxidación por pérdida de hormigón". Así, proponen solucionarlo con refuerzos mediante vigas intermedias o nervios transversales. Se observan desconchones, eflorescencias (humedades) y líneas eléctricas así como tuberías de fibrocemento asociadas a las losas. Con los escáner 3D se pueden ver desde estas imperfecciones hasta la acumulación de suciedad -incluso telarañas- en no pocos tramos.

En el cruce del río en Miguel Servet ya emergen a la luz algunas de estas imperfecciones (grietas, pátinas, humedades…) que no son ajenas a quienes pasean por los caminitos de ribera que, para colmo de males, se encharcan y embarran con facilidad. Aunque tendría importantes afecciones al tráfico rodado, también se propone cambiar el tablero del puente de Los Sitios (pasado el Canódromo), aunque en tal caso habría que contar incluso con el visto bueno de Patrimonio porque las bóvedas y los arcos son los de la intervención original. Los únicos que parecen ajenos a estas necesidades de reforma son los patos que se dejan llevar por el agua para susto o deleite de los gatos de las muchas colonias felinas que hay en la zona. Algunos paseantes les dan de comer, otros los ahuyentan.

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