Una funcionaria de la cárcel de Zuera se encierra con llave para evitar una agresión sexual

El preso que la atacó portaba unas tijeras, por lo que fue necesaria la intervención de guardias con equipos de protección para reducirlo y trasladarlo a aislamiento.

Vista exterior de la cárcel de Zuera
Vista exterior de la cárcel de Zuera
Guillermo Mestre

El Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza investiga los hechos ocurridos hace unos días en el centro penitenciario de Zuera, donde una funcionaria de prisiones tuvo que encerrarse con llave en un cuarto cuando un recluso armado con unas tijeras intentó agredirla sexualmente. «Qué ganas tenía de hacerlo, llevo todo el día deseándolo», le dijo el preso a la víctima al tiempo que    la sujetaba con fuerza de la cintura.

La reacción del interno cogió por sorpresa a la mujer, que tras    un angustioso forcejeo logró zafarse de su agresor y buscar refugio en la oficina del taller. No conforme con lo ocurrido, el investigado empujó con fuerza la puerta del cuarto con intención de entrar y acabar con lo que había empezado. Aquello puso todavía más nerviosa a la funcionaria, que tuvo que dar la alarma y solicitar ayuda urgente a sus compañeros.

Los hechos se ocurrieron sobre las 16.30 en el taller número 1 de la cárcel de Zuera, donde el encausado, identificado como Moisés S. P., estaba trabajando aquel día. Según la denunciante, el recluso había mostrado ya una actitud «muy extraña» por la mañana, merodeando continuamente alrededor de ella. Hasta el punto de que la mujer tuve que ordenarle que se marchara y volviera a su trabajo.

A primera hora de la tarde, el recluso pidió permiso para ir al economato y coger unos cafés. La funcionaria que controlaba el taller le retiró las tijeras con las que trabajaba y, tras pasar por el arco de seguridad, le autorizó la salida. Poco después, el hombre regresó a la cabina y le comentó a la mujer que el economato estaba cerrado. Esta procedió a devolverle las tijeras, momento que el agresor aprovechó para atacarla.

Los reflejos de la víctima y la intervención de sus compañeros evitaron un fatal desenlace. Porque no tardaron en presentarse en el luchar de los hechos varios funcionarios pertrechados con los correspondientes equipos de protección. Estos pidieron a Moisés S. P.  que arrojara las tijeras al suelo, orden a la que el interno hizo caso omiso. Y lo mismo sucedió cuando los guardias volvieron a pedirle que se calmara y se entregara. La actitud del preso les obligó finalmente a intervenir, ofreciendo entonces el primero una fuerte resistencia. Pese a ello, lograron reducirlo sin que nadie resultara herido y trasladarlo, tras ser visto por el médico, a una celda de aislamiento.

Declarará desde Castellón

Después del suceso, el agresor    fue trasladado al centro penitenciario Castellón II, por lo que la próxima semana declarará desde allí por esta causa a través de videoconferencia.

Los últimos incidentes violentos  en la cárcel de Zuera se produjeron el pasado 6 de septiembre, cuando los funcionarios tuvieron que controlar varias peleas multitudinarias entre reclusos en los módulos 4, 7 y 10. Como ha sucedido con el intento de agresión sexual, los diez presos implicados en aquellos sucesos también acabaron en aislamiento. «Los funcionarios nos sentimos desamparados cuando se produce una agresión y no hay una respuesta contundente frente a desórdenes regimentales graves», decía entonces un portavoz del sindicato Acaip-UGT.

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