Zaragoza quiere convertirse en la mayor zona de pruebas de innovaciones tecnológicas de Europa

El Ayuntamiento impulsará una norma para dar seguridad jurídica a quienes testen sus prototipos. También aprobará una ordenanza para regular los Proyectos de Interés Municipal Preferente.

Hasta ahora, las empresas se han interesado por emplazamientos como el parquin sur de la Expo, donde está proyectado un puerto de aterrizaje y despegue vertical de drones
Hasta ahora, las empresas se han interesado por emplazamientos como el parquin sur de la Expo, donde está proyectado un puerto de aterrizaje y despegue vertical de drones
Javier Belver

Zaragoza quiere convertirse en la mayor zona de pruebas de innovaciones tecnológicas de Europa con la aprobación de una nueva ordenanza que permitirá dar seguridad jurídica a las empresas que quieran testar la viabilidad técnica de sus proyectos antes de comercializarlos o implantarlos de manera global.

La capital se fijará en ciudades Madrid o Valencia, pero irá más allá. En la primera, el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida estableció a principios de año un perímetro de 20 kilómetros en el distrito de Villaverde con el objetivo de probar innovaciones vinculadas al ámbito de la movilidad. En Zaragoza, en cambio, el área de pruebas abarcará todo el término municipal, de modo que si una empresa se interesa por el Casco Histórico para sacar sus prototipos a la calle o tiene una especial predilección por el parquin Sur de la Expo podrá desarrollar sus proyectos sin importar el ámbito geográfico.

Los límites vendrían marcados por las vías, suelos o equipamientos que no son de titularidad municipal, aunque, de ser preciso, podrían recabarse los permisos necesarios. La elaboración del texto recaerá en la facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, que también se encargará de redactar otra ordenanza centrada en lo que se conocerá como Proyectos de Interés Municipal Preferente. Es decir, iniciativas que aporten beneficios importantes para la ciudad aun suponiendo una inversión menor a las declaradas como Proyectos de Interés General de Aragón (PIGA).

La ordenanza madrileña, que se lleva gestando desde 2021, contempla, entre otros supuestos, la circulación de vehículos autónomos, tanto tripulados como no tripulados, previa autorización municipal. Hasta el momento se han hecho varias pruebas piloto con ‘food trucks’ autónomos de Goggo, marquesinas inteligentes o drones de reparto, si bien todavía se estaría a la espera del desarrollo del texto normativo y la creación de una oficina de gestión.

El concejal de Presidencia, Ángel Lorén, aseguró ayer que el Ayuntamiento "está decidido" a seguir avanzando en esta dirección para potenciar "todavía más" la atracción de este tipo de iniciativas y posicionar estratégicamente a Zaragoza como ciudad que impulsa la innovación. "El objetivo es consolidarnos como banco de pruebas y extender la implantación de proyectos tecnológicos, ofreciendo buenas condiciones, seguridad jurídica y una buena regulación para garantizar que se desarrollan en óptimas condiciones de seguridad y convivencia", señaló.

Se pretende, por tanto, proporcionar un marco estable, eliminar barreras y duplicidades y facilitar los trámites a las empresas interesadas, que, según Lorén, podrían ayudar a "crear empleo cualificado y a desarrollar la economía" con inversiones que revertirían en la ciudad y permitirían mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Una ordenanza de estas características permitiría no perder competitividad frente a otras ciudades e impulsar, según el edil, proyectos "sostenibles" que contribuyan a crear ciudades "mejor organizadas, más creativas e inclusivas" gracias a la tecnología.

En lo que respecta a los plazos, la idea es que el contrato sea aprobado por el Gobierno de Zaragoza en noviembre y que ya en diciembre pase a exposición pública para la presentación de reclamaciones y sugerencias. El siguiente paso se daría en enero de 2024 con la aprobación en comisión y el último, antes de su entrada en vigor, en febrero con su ratificación definitiva en el pleno.

En el estudio previo, elaborado el pasado mes de julio, se establece que en esta área tendrían cabida desde experiencias turísticas hasta proyectos de movilidad urbana y transporte, de digitalización o de rehabilitación de edificios y viviendas, entre otros. Es decir, "cualquier aspecto que pueda reportar un beneficio directo a la ciudadanía, mejorar los servicios municipales o generar valor público, nuevas capacidades y bienestar colectivo".

Los precedentes

En los últimos meses han sido varias las empresas que se han fijado en Zaragoza para poner a prueba sus proyectos. Es el caso de los robots repartidores de Goggo, que también operan en municipios como Alcobendas y ya tendrían autorización para moverse por nuevas zonas de la ciudad tras meses de ensayos con establecimientos como ‘Aloha Poke’, ‘Panishop’ o ‘Empanadas Malvón’.

Otro ejemplo es el de puerto de aterrizaje y despegue vertical para drones de reparto proyectado en el parquin Sur de la Expo, que ocuparía una superficie de en torno a 7.500 metros cuadrados, permitiría probar unidades destinadas al reparto de mercancías y el transporte de personas y, según explicaron desde el Consistorio, reportaría un canon anual de 14.094 euros a las arcas públicas.

A nivel internacional, uno de los casos más significativos es el de San Francisco, donde las empresas Waymo y Cruise están probando vehículos autónomos.

En Zaragoza no constan por ahora más compañías interesadas, aunque se cree que la aprobación de la nueva ordenanza podría ayudar a que la ciudad se consolidase como polo de atracción.

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