¿Qué son y cómo funcionan las lámparas UV para desinfectar agua potable en Tarazona?

Uno de los principales beneficios al aplicar luz ultravioleta con propósitos de desinfección es que no se utilizan ningún tipo de químico para ello.

Reparto de garrafas de agua en el recinto ferial de Tarazona
Reparto de garrafas de agua en el recinto ferial de Tarazona
Guillermo Mestre

Los habitantes de Tarazona, Novallas, Torrellas y Los Fayos, en la provincia de Zaragoza llevan semanas sin poder beber agua del grifo ni usarla para cocinar o para lavarse los dientes tras detectarse la presencia en el río Queiles del protozoo Cryptosporidium, causante de un brote de gastroenteritis que ha afectado a más de 500 personas, la mayor parte con un cuadro de enfermedad leve.

Tras muchos días de quebraderos de cabeza y molestias para los vecinos, ahora se tiene la certeza de que el parásito causante de la contaminación del Queiles no se ha generado en Aragón, sino que está presente en la zona donde se encuentra la piscifactoría de Vozmediano, en Soria. Así lo aseguró el pasado lunes el Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés en base a los resultados de los análisis de las tomas recogidas el martes de la semana pasada en tres puntos diferentes del primer tramo del Queiles en la vecina comunidad de Castilla y León.

Las soluciones a corto y medio plazo para que la contaminación del agua de boca no se repita en el futuro están sobre la mesa. La DGA estudia la instalación de sistemas de luz ultravioleta en las potabilizadoras de estos cuatro municipios.  Así que, ¿en qué consiste este proceso? ¿Es peligroso para la salud?

La luz ultravioleta (UV) es una alternativa establecida y cada vez más popular frente al uso de productos químicos para la desinfección de agua potable, aguas residuales y aguas industriales de varias calidades. Deshacerse de los contaminantes microbianos del agua puede hacerse con productos químicos, como el cloro: mediante filtros muy ajustados, como en el caso de los filtros de cerámica, o desactivando por completo virus y bacterias con una lámpara de luz ultravioleta.

¿Qué es la luz ultravioleta?

Se trata de la radiación cuya longitud de onda es menor que la de la luz visible, pero mayor que la de los rayos X. Varía entre los 400 y 100nm (nanómetros). La fuente más común de radiación ultravioleta es el sol, aunque también puede conseguirse artificialmente mediante lámparas UV.

El uso de la luz UV para desinfectar agua no es nuevo, ya que desde 1877 se tiene conocimiento de las propiedades germicidas de la luz solar. Y en realidad, como pueda parecer, el tratamiento del agua con luz UV no funciona matando a bacterias y virus, sino alterando su ADN para que no se reproduzcan y pierdan su poder infeccioso.

La propiedad que tiene el ADN, presente en el núcleo de las moléculas de todos los microorganismos (bacteria, virus, hongos y quistes) de absorber la radiación UV produce el efecto de ruptura de las cadenas de los aminoácidos de proteínas, causando una disrupción metabólica y afectando a su mecanismo reproductivo, logrando así su inactivación, eliminando sus propiedades para producir enfermedades y de crecimiento microbiológico.

Además, uno de los principales beneficios al aplicar luz UV con propósitos de desinfección es que no se utilizan ningún tipo de químico para ello. Al contrario, se trata de un tratamiento físico, sin necesidad de almacenamiento de stock de ningún producto químico peligroso.

¿Cómo funcionan estas lámparas?

La generación artificial de la luz UV se realiza a través de un emisor (lámpara) de cuarzo puro que contiene un gas inerte, encargado de proveer la descarga inicial. Conforme se incrementa la energía eléctrica, el calor producido por el emisor también aumenta junto con la presión interna del gas, lo que genera la excitación de electrones que se desplazan a través de las diferentes líneas de longitud de onda, produciendo la luz UV. Una descarga de presión baja produce un espectro a 185 y 253.7 nm. Los emisores de luz UV de presión media producen radiación multionda, es decir, diferentes longitudes de onda de diversa intensidad a través del espectro UV-C (200-300 nm).

¿Cuáles son sus principales beneficios?

Las lámparas de luz ultravioleta no cambian las propiedades del agua tratada ni tienen peligro o efectos negativos sobre la misma en caso de sobredosificación. Además, son una solución simple y barata de mantenimiento de las instalaciones.

Su instalación es sencilla sobre canalizaciones de agua ya existentes, y permite tratar aguas destinadas a usos como el consumo humano, los procesos industriales, laboratorios o agricultura, entre otros.

Por último, estas lámparas son compatibles con otros procesos, como los generadores de ozono.

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