Sucesos

Detenido el padre de un bebé en Zaragoza tras coger del cuello a un enfermero y lanzarlo contra la pared

La violenta agresión se produjo en urgencias del Hospital Clínico y obligó a intervenir a la Policía Nacional. La víctima está de baja. 

Exterior de las Urgencias del hospital Clínico de Zaragoza este martes
Imagen de archivo del acceso al servicio de urgencias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Ha vuelto a ocurrir. Esta vez, en urgencias del Hospital Clínico de Zaragoza. Allí, el padre de un bebé de 14 meses fue detenido el  pasado viernes por la Policía Nacional tras abalanzarse de forma violenta contra un enfermero, apretarle el cuello con fuerza y lanzarlo contra la pared. La víctima, de 30 años, sufrió varios golpes en la cabeza, la espalda y la rodilla, por lo que tuvo que recibir asistencia médica y no pudo acabar su turno. Este mismo lunes le han dado la baja por ansiedad.

Los hechos se produjeron sobre las cinco de la tarde del día 29 de septiembre cuando la víctima, E. R. R. y varias compañeras atendían al bebé. La pediatra había pedido una analítica, por lo que los sanitarios trataban de pincharle en un brazo para extraerle sangre. Como es habitual cuando se trata de este tipo de pacientes, el pequeño empezó a moverse y el enfermero no logró su objetivo al primer intento. La madre se puso nerviosa, por lo que decidió voluntariamente esperar fuera de la consulta. Sin embargo, entonces entró el padre de la criatura. Y ahí comenzaron los problemas.

"Me dijo que se había quedado con mi cara, que me esperaría en la calle. Le expliqué entonces que me estaba amenazando”

“Se le veía alterado, por lo que le dijimos que no era necesario que permaneciese allí. Pero él se empeñó en quedarse. Ni siquiera pudimos intentar volver a pinchar al bebé, porque el hombre empezó a cuestionar nuestro trabajo, a dar gritos e insultarnos”, ha explicado el sanitario agredido a HERALDO. “Tratamos de tranquilizarlo, pero fue imposible -relata el enfermero-. Y al advertirle que de mantener esa actitud tendríamos que avisar a a seguridad, hizo amago de marcharse y me dijo que se había quedado con mi cara, que me esperaría en la calle”.

El sanitario entendió que estaba siendo amenazado, por lo que avisó al padre del niño que tendría que dar cuenta a la Policía Nacional. “Sal a la calle que te voy a dar un bofetón, respondió él. Y al ir a coger el teléfono para avisar a seguridad, se me echó encima, me cogió del cuello y empezó a apretar. Me clavó el antebrazo en el pecho y acto seguido me empotró contra la pared”, explica la víctima. La violenta reacción del hombre obligó a una de las compañeras del agredido a salir al pasillo pidiendo ayuda.

“Afortunadamente, enseguida se presentaron allí un montón de compañeros y un responsable de seguridad. Poco después, llegó la Policía, que se llevó detenida a esta persona”, recuerda la víctima, a la que tuvieron que hacer después radiografías y otras exploraciones para conocer el alcance de sus lesiones. “Por fortuna, son contusiones y heridas superficiales. Pero ¿qué podría haber pasado si no me ayudan? Sinceramente, no lo sé”, confiesa. El golpe en la cabeza le dejó bastante aturdido, pero esa misma tarde el enfermero pudo comparecer en comisaría para dar cuenta de lo ocurrido.

Un espiral que se repite

Por desgracia, este tipo de situaciones empiezan a darse con demasiada frecuencia. Algo que preocupa y mucho a los profesionales de la asistencia sanitaria. “La mayoría de las veces son amenazas y agresiones verbales de las que das parte de forma interna y quedan prácticamente en nada. Y eso genera una enorme sensación de impunidad”, señala este último agredido.

Según han confirmado fuentes de la Jefatura Superior de Policía en Aragón, el padre del bebé que acabó detenido es E. L. P., de 33 años y nacionalidad española. No tiene antecedentes policiales y quedó después en libertad a la espera de ser citado por el juzgado. Por los hechos ocurridos en el Clínico, se le han abierto diligencias penales por un delito de atentado a la autoridad, ya que la agresión se produjo cuando la víctima estaba ejerciendo su trabajo como enfermero de la sanidad pública.

"Son reos de atentado los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas”, señala el Código Penal. De ahí que la doctrina del Tribunal Supremo considere atentado las agresiones a los sanitarios en el ejercicio de sus funciones.

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