Un hombre que decidió que podía tocar el culo a la empleada de un local de apuestas sin el consentimiento de la mujer será juzgado próximamente como presunto autor de un delito de abusos sexuales. La Fiscalía solicita dos años de cárcel para el imputado y el pago de una indemnización de 300 euros por daños morales, mientras que la acusación particular, a cargo del abogado Simón Lahoz, la eleva a dos y medio de prisión y a 1.000 euros de compensación.

Los hechos ocurrieron el 12 de febrero de 2022 en un establecimiento de apuestas de la calle de Conde de Aranda. La mujer trabajaba como empleada y el acusado estaba jugando en una máquina. Con la excusa de que no funcionaba requirió su presencia y cuando se acercó le tocó el culo. 

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Ella, humillada y enfadada, le recriminó su actitud. Con anterioridad a este hecho ya le había causado problemas y la mujer, además de llamarle la atención, aprovechó para pedirle que se pusiera la mascarilla, pues en esa fecha era obligatoria en interiores. El acusado, en ese momento, comenzó a susurrarle frases como "me gusta tu culo", "a mi amigo le gustas" o "entonces, a ti lo que te hace gracia es follar".

Las acusaciones consideran que los hechos suponen un delito de abuso sexual, ya que se aplica la norma anterior a la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual –o ley del ‘solo sí es sí’– porque los hechos son anteriores a su entrada en vigor. 

La nueva norma calificaría lo ocurrido como agresión sexual susceptible de ser castigado con penas de entre uno a cuatro años. No obstante, la anterior norma imponía penas de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses al que, sin violencia o intimidación y sin que mediara consentimiento, realizare actos que atentaran contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona.