Óscar M. M. debería haber sido juzgado en la Audiencia de Zaragoza en enero, pero su renuncia en el último momento a su abogado defensor le sirvió para aplazar la vista y ganar tiempo. 

Ahora, ocho meses después, tendrá que sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados y afrontar una pena de 7 años de cárcel como presunto autor de un delito de pornografía infantil agravado por referirse a menores de 16 años y por ser reincidente, puesto que la Policía Nacional de Zaragoza lo detuvo cuando acababa de salir de prisión tras cumplir una condena por exhibicionismo ante menores de edad.

El arresto fue posible gracias a la iniciativa de una vecina de la capital aragonesa que tendió una trampa al pederasta y luego facilitó a los investigadores todos las conversaciones y cuantas imágenes le iba mandando su interlocutor, residente en un pueblo de Zamora.

A la mujer, usuaria de un chat con el apodo ‘gordita’, le llamó la atención un desconocido que usaba el alias ‘busco_hija_peke’ y se identificaba como Carlos. Esta persona, con un claro interés sexual, quería saber si tenía una hija "pequeña y gordita". La mujer decidió seguirle la corriente y fingió tener una hija menor, a la que llamó Carla, cuyo acceso carnal estaba dispuesta a negociar con él a cambio de un precio.

Así logró ganarse su confianza y Óscar M. M. terminó enviándole distintas fotografías, como mantiene la Fiscalía. Algunas fueron de él mismo, desnudo mostrando su rostro y otra de un pene erecto junto con la inscripción "para Carla y su mamá con amor".

El Ministerio Público recoge en su escrito que a estas fotografías les siguieron otras de una niña desnuda y en explícita actitud sexual y un vídeo de un adulto manteniendo relaciones con un niño.

Con la preceptiva autorización judicial, el 10 de septiembre de 2020 hizo un registro en el domicilio del acusado en el que encontraron tres discos duros con unos 400 archivos con imágenes de menores y contenido pornográfico.

La investigación fue llevada a cabo por el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Los agentes analizaron las conversaciones aportadas por la denunciante, así como más de 5.000 conexiones de IP. 

A pesar de las medidas de seguridad que tomaba el acusado, terminaron por identificarlo. Comprobaron también que arrastraba varios antecedentes por acoso y provocación sexual. Finalmente, comprobaron que vivía a caballo entre Barcelona y Zamora, donde fue detenido.