Reclaman prisión y 30.000 € al portero de un bar de Zaragoza acusado de romper la pierna a un cliente

Las lesiones se produjeron cuando el empleado expulsó al joven del local por incumplir las restricciones por la covid

El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia
El juicio se celebrará en la Ciudad de la Justicia
Aránzazu Navarro

Una bronca por el mal comportamiento de un cliente en un céntrico bar de copas durante las restricciones por el coronavirus ha terminado en el juzgado con el empleado de seguridad acusado de lesiones graves y enfrentándose a penas de prisión y al pago de una elevada indemnización económica.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular coinciden en que el cliente, de 34 años, no se comportó debidamente en el interior del Café Zaragozano, donde ocurrieron los hechos, ya que en esos momentos –enero de 2022– las limitaciones por covid le obligaban a permanecer sentado y no se podía consumir en las barras. El hombre iba acompañado de otras personas que estuvieron levantándose sin hacer caso y finalmente fueron expulsadas del local.

Una vez fuera, el que luego resultó herido pretendió entrar nuevamente en el establecimiento, pero el empleado, que ejercía funciones de control de acceso, se lo impidió. Esto degeneró en una discusión que terminó con ambos agarrados, forcejeando y cayendo al suelo. Como consecuencia de estos hechos, el cliente sufrió una fractura de tibia y peroné derechos y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Estuvo dos meses y medio ingresado en el hospital, 50 días impedido para sus ocupaciones habituales y 341 días de baja para recuperarse.

Por todo ello, la Fiscalía acusa al portero de un delito de lesiones y solicita una condena de un año de cárcel y el pago de una indemnización de 30.000 euros, de la que hace responsable subsidiariamente a la empresa de hostelería que gestiona el café.

Igualmente, como el trabajador resultó herido de carácter leve en la rodilla y en la cabeza, acusa al cliente de otro delito de lesiones y pide que sea condenado a dos meses de multa, a razón de 10 euros diarios.

Mientras, la acusación particular, a cargo del abogado Cristian Monclús, mantiene que el empleado de seguridad acabó haciendo un «uso desmedido de la fuerza» y terminó agrediendo a su representado, a quien le han quedado secuelas tanto psicofísicas como estéticas. El letrado eleva la indemnización a 32.116 euros, más los intereses legales, y pide que se haga responsable civil subsidiaria a la empresa. También pide una condena de un año y siete meses de prisión y, alternativamente, en el caso de que se considerase que las lesiones son fruto de una imprudencia, cuatro meses y medio de cárcel.

Por su parte, la defensa solicita la absolución del portero y la condena del cliente por un delito leve de coacciones y otro de lesiones a sendas multas de tres meses, a 8 euros diarios, y la condena en costas.

El juzgado ha solicitado a ambas partes que depositen fianzas para asegurar la responsabilidad civil que en el caso del empleado asciende a 40.000 euros y del cliente a 160.

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