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El curso político comienza en Zaragoza a la espera de la bilateral y la adjudicación de La Romareda
Entre las prioridades más próximas, los presupuestos o renovar la flota del bus.
Terminadas las merecidas –y especialmente deseadas tras dos agotadoras campañas electorales– vacaciones de verano, el Ayuntamiento de Zaragoza comienza lentamente a recuperar el pulso con el regreso de los concejales que conforman la corporación municipal de la era Natalia Chueca. En el horizonte, cuatro años para que la recién investida alcaldesa saque adelante nuevos proyectos que le permitan dejar su propia impronta en la ciudad. Que sea para bien o para mal, eso serán los ciudadanos los que tendrán que juzgarlo. Pero por ahora el gobierno del PP ya tiene claro cuáles son sus prioridades más inmediatas, con la operación Romareda y la bilateral como los grandes hitos más cercanos.
Planes sobre la mesa hay unos cuantos, pero ninguno tan sonado y de tamaña envergadura como la construcción de un nuevo campo de fútbol para la ciudad. Entra ahora en este mes de septiembre que acaba de empezar en un momento clave, pues es la fecha prevista para adjudicar la explotación y la construcción del estadio, previsiblemente al Real Zaragoza, que ya tiene un proyecto de 140 millones de euros diseñado por el prestigioso arquitecto César Azcárate. También se espera que próximamente el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) dicte fallo al recurso presentado por el Consistorio a la resolución del Tribunal Administrativo de Contratos (Tacpa) que paralizó el proceso.
Fue una parálisis momentánea, no obstante, porque las medidas cautelares ya recibieron el visto bueno y en el gobierno municipal esperan con optimismo la sentencia definitiva, después de un auto que consideraban que les daba la razón y de forma muy tajante. Se espera pues que sea la adjudicación de La Romareda la primera gran noticia del mes y que ayude en la carrera de Zaragoza para convertirse en una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2030, que aspiran a organizar conjuntamente España, Portugal y Marruecos.
Una etapa de entendimiento
Durante estos días, además, el Ayuntamiento se centrará en preparar la comisión bilateral con el Gobierno de Aragón, en la que Chueca y el nuevo presidente autonómico, Jorge Azcón, esperan abrir una nueva etapa de entendimiento entre ambas instituciones, ahora regidas por el mismo partido político y después de cuatro años de enfrentamientos entre la plaza del Pilar y el Pignatelli.
Las reuniones previas entre las distintas consejerías y áreas municipales ya comenzaron a finales de agosto y la alcaldesa adelantó que su intención era celebrar el encuentro con Azcón antes de que termine septiembre, aunque es probable que al final sea algo más tarde. La regidora ya puso sobre la mesa algunos de los asuntos que le gustaría que se trataran, como la financiación de la capital, los acuerdos en materia de vivienda y la situación del colegio María Zambrano, que se vio seriamente afectado por la tormenta del 6 de julio y donde la DGA está levantando un muro perimetral que según los informes evitaría otra inundación.
Fuentes municipales indicaron, en este sentido, que será prioritario conseguir que el Gobierno central apruebe la declaración de Zaragoza como zona catastrófica ante los grandes daños producidos por las lluvias torrenciales.
Son varias las cuestiones que quedaron en el tintero y no se resolvieron durante la época de Azcón como alcalde y del socialista Javier Lambán al frente del Gobierno de Aragón. Ambas instituciones deberán buscar soluciones para resolver las carencias de grandes parcelas de suelo público para captar industrias o el conflicto de la calle de Embarcadero, y está por ver, también, si son capaces de llegar a acuerdos para promover vivienda pública de alquiler y si la DGA financia la segunda fase del sellado del vertedero.
La meta, en enero
También la cuestión económica centrará ahora el trabajo del equipo de Natalia Chueca, pues ya dijo la regidora que su objetivo era aprobar sus primeros presupuestos en enero. El pasado viernes, antes de que comenzara una reunión con los concejales del gobierno en la que se sentaron las bases de este inicio político, aseguró que el tiempo «apremia» y que era el momento de ponerse en marcha para mantener «una fiscalidad competitiva» y «reequilibrar las cuentas».
Habló también del compromiso de que Zaragoza sea una ciudad climáticamente neutra en 2030. Para ello, dijo, «hay que impulsar múltiples proyectos en todas las áreas, desde vivienda a energía, medio ambiente, gestión de residuos o economía circular». Fuentes municipales destacan sobre esta cuestión el plan para sustituir el alumbrado de la ciudad por luces led, la instalación de cargadores eléctricos o el aumento de la flota de autobuses ecológicos.
Una de las primeras decisiones de Chueca fue prorrogar cuatro años la contrata del bus urbano, es decir, que la siguiente la aprobará ya el próximo gobierno. No sentó bien a la oposición ni a las entidades ciudadanas, pero el acuerdo incluye que se alcancen los 164 vehículos cero emisiones.
Las mismas fuentes citaron entre los proyectos más cercanos la segunda fase de la reforma integral de la avenida de Navarra, la apertura del nuevo centro de visitantes o la construcción de un centro de mayores en el antiguo instituto Luis Buñuel. Apostarán además por crear la línea circular ‘express’ que prometió la alcaldesa durante la campaña electoral.
