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Los atracadores que se ensañaron con un joyero en Zaragoza se juegan 22 años de cárcel

Uno de los acusados le golpeó con una barra de hierro y le fracturó una vértebra.

El dueño de una joyería resulta herido en un atraco en Zaragoza.
Varios viandantes, frente a la joyería asaltada, el pasado 22 de noviembre, .
Oliver Duch

El de la joyería Antón, establecimiento con casi 40 años de historia y ubicado en el pleno corazón de Las Delicias, ha sido uno de los atracos más violentos perpetrados en los últimos años en Zaragoza. Los asaltantes portaban un arma de fuego simulada, pero también una barra de hierro con la que golpearon con saña al propietario del negocio, que llegó a urgencias del hospital Clínico con golpes por todo el cuerpo y acabó en el quirófano con una fractura de vértebra. Por estos hechos fueron detenidos tres hombres para los que la Fiscalía acaba de solicitar ahora penas que suman 22 años y medio de prisión.

La víctima, que tardó más de cinco meses en recuperarse de la tremenda paliza, contó a la Policía Nacional que fueron dos hombres los que se presentaron por separado y haciéndose pasar por clientes en su joyería, situada en el número 142 de la avenida de Madrid. Sin embargo, gracias a la grabación de una cámara de seguridad, los investigadores descubrieron que ambos delincuentes huyeron en un vehículo de la marca Audi a nombre de una tercera persona. De hecho, ese fue el hilo del que tiraron para identificar y detener en menos de un mes a los tres hombres: Francisco G. B. y Ebrima C. T., como autores materiales del asalto, y Roberto G. D., como su colaborador.

Como explica la Fiscalía en su escrito de calificación, los hechos se remontan al 22 de noviembre de 2022. Ese día, sobre las 11.20, Francisco G. B. entró solo a la tienda y se interesó por una cadena de oro con colgante. Ebrima C. T. se quedó en el exterior de la joyería mirando el escaparate, pero pasados unos minutos accedió también al establecimiento.

Le atacó por la espalda 

Una vez escogidos la cadena y el colgante, el primero de los atracadores preguntó al joyero por un reloj. Y cuando este último se giró para abrir la vitrina donde lo guardaba, Francisco G. B. sacó la barra metálica que llevaba escondida y comenzó a propinar fuertes golpes por la espalda a la víctima. El dueño del local cayó al suelo, pero el delincuente continuó agrediéndolo mientras le gritaba «te voy a matar, dame todo o te rajaré».

Según el Ministerio Público, Ebrima C. T. aprovechó la paliza que su compinche estaba dando al joyero para apoderarse del muestrario con las cadenas de oro que permanecía en el mostrador. Acto seguido, ambos atracadores abandonaron la joyería dejando malherido al dueño y se subieron al coche que los aguardaba en la calle de Julián Sanz Ibáñez.

Parece que una de las primeras en socorrer a la víctima fue su hermana, quien contaba aquel día a HERALDO que no era la primera vez que asaltaban el negocio, aunque nunca habían recurrido a la violencia. Y menos, con semejante grado de ensañamiento. Según el informe forense, el agredido tuvo que someterse a una intervención quirúrgica para fijarle la vértebra D-12.

En cuanto al botín, los peritos fijaron en 12.904 euros el valor de la piezas sustraídas, cantidad que en su día abonó la compañía al perjudicado y que ahora la primera reclama a los encausados. No será la única indemnización a la que en caso de condena tengan que hacer frente, ya que el Ministerio Público exige otros 11.336 euros por las lesiones y secuelas causadas a la víctima, que sufre algias musculares intercostales.

Los dos autores materiales del atraco, a los que asisten los letrados Alejandro Sarasa y María Rodríguez, arrastran condenas firmes    por robos violentos y se encuentran en prisión provisional desde diciembre. El tercer encausado, defendido por Olga Oseira, quedó entonces libre.

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